A las siete fui a darle una vuelta al Bertolt Brecht en su sede de Género (trans) Género y los (des) generados, una propuesta llamativa en la Bienal, que luego de sus primeros días vuelve al aburrimiento y el convencionalismo que nos empapa, incluido el arte: a ese “no-pasa-nada”, ahora con los peligrosos y silenciados términos –sobre todo en eventos teóricos como el que tuvo lugar hoy con Carlos José García en la presentación de su proyecto PlayBeuys-: censura y performance. RISAS: bueno, tampoco: risitas…
Al parecer se les tiene mucho miedo, también (y para variar) a esas palabrejas impronunciables.
El panelista (moderador o acaso curador Andrés D Abreu) a cargo las evitó de a todo, y únicamente mencionó de manera bastante ridícula que hubo “problemas con los permisos”, al referirse que la obra del artista había sido negada: prohibida: censurada en la bienal pasada. Eufemismos y cuidados de no transgredir tanto, o si no pasar lo más desapercibido que se pueda. Muy a tono con el tema.
Al parecer se trata de un gran proyecto, quiero decir algo ambicioso, de varios años: 2000-2009. Y el resultado es más o menos impresionante: 15 números del “regodeo lúdico” como le llamara la crítica que se leyó en boca de la presentadora Beatriz Gago, – que no era gaga pero hacía enarcar las cejas de vez en cuando a Carlitos, aunque supongo que fuera el terrible texto y no la un poco perdida pero no tanto Betty- de autora empalagosa y carácter excesivo y vacío (¡qué extraño!, no? como seguro entienden perfectamente lo que digo pueden hacerse una idea de las varias páginas de lectura no excelente pero aceptable de la rubia Betty, –sorry, les debo el apellido de la firmante, pero no merece demasiado la pena recaer en ninguna, créanme) que hablaba de sentimientos y la palabra porno resultaba casi cándida, horror, como si el autor para nada quisiera haberle dado intención parecida.
Por su parte Carlos no dijo mucho aunque lo estuvieron asediando y pinchando los que le acopañaban en la mesa frente al público, que tampoco hizo ninguna pregunta, por lo que no pasó mucho más después de la extensa lectura, que terminaba afortunadamente con un texto (al final no esclarecido para los menos entendidos) del propio artista: una suerte de parodia a un apócrifo juego de pelota supuestamente llevado a cabo en China en el 2001, donde los peloteros merecían la altura de nombres como Lázaro Saavedra – a quien por cierto Luisa, una teórica invitada, bautizó de cronista de su época-, Glexis Novoa o Ezequiel Suárez… ampliamente reiterados; y la proyección en lo alto (muy alto) de las pintorescas portadas de estas PlayBeuys.
Un texto divertido, si se quiere ingenioso (farsa, juegos con el lenguaje y trastueques de nombres, al decir de Luisa) pero muy mal leído, tengo que decir, ya que la gente estaba inquieta en sus asientos y el aburrimiento era evidente.
La teórica invitada hizo alusiones precisamente sobre a qué venía el dichoso juego de pelota, pero no insistió demasiado en aclarar nada. Cuando se le cuestionó por qué un sólo ejemplar estaba redactado tan detalladamente y los demás eran nada más que portadas, con el mismo interior repetido, Carlos dijo “me cuesta mucho trabajo escribir”, a lo que se le puso cara escéptica y se agregó que buen talento para la pluma después de todo, demostrado en ese único número completo, que estaba en disposición para ser hojeado por el que quisiera en el lobby del Brecht.
Al final tampoco se entendió si Carlos estaba en la realización de una parodia a Memorias del Subdesarrollo o había salido de ella…
Aquí los dejo con la información visual, muy rica por cierto:
...Hola, Lia...
ReplyDelete...te dejo mi guiño. No sé cómo descubrí tu blog, hace semanas. Me recuerda a esa Habana oculta y nocturna que viví, a ese río subterráneo marginal, periférico, alternativo y maravilloso que cruza esa ciudad, aunque nadie quiera darse cuenta...
...Tu sitio me parece irreverente, sexy, ácido, transgresor a veces, y sobre todo muy, muy, muy divertido... Me gusta, me lo paso muy bien cuando vengo a visitarte, y quería decírtelo...
...Abrazos y carantoñas...