De: Sarai Perez [mailto:princesitamichi@hotmail.com]
Enviado el: November-17-08 10:03 PM
Para: aiglatsonmar@gmail.com
Asunto: foto y pie de pagina
la foto se llama (otro país) y una muchacha comenta: cómo que otro país eso no es cuba...
y contesté:
sí, el hotel nacional está sobre una colina que da al malecón .. allá arriba todo es: grama verde, gente muy muy blanca sentada en unas sillas de madera que armonizan con los caminos de cemento bien diseñados entre la yerba, tomando mojitos cubanos ... así se sienten parte de Cuba.
pero el mismo aire que da allá arriba les llega a la gente que abajo de esa colina se sienta en el malecón ... donde la vista es el mar y el horizonte y la habana desmoronándose a sus espaldas ... todo es gris, negro y los pocos colores que hay están desgastados por el salitre los huecos en las calles llenas de charcos.....
la gente del Hotel nacional JAMÁS estará en la cuba del malecón .... es otro país
Es muy difícil haber estado sentados en lo alto de esa colina y querer también ubicuamente participar de la cercanía de las olas abajo en el muro… esto le ha ocurrido a todos, me imagino, nunca lo había hilvanado en palabras, ves, niña, que sí, todo tu potencial está aquí, en tu lenguaje tan directo y económico, es excelente… cuando se está “allá arriba”, luego de haber –antes, ahora ya podemos entrar “libremente” a los hoteles, eso nos hacen creer- rebasado la parte donde nos toca pasar por yumas ante los porteros que viven con todo (y aferrados como perros) a su pedacito de poder, y empujar la pesada puerta, pesada si el viento está en contra, y finalmente acceder a los Jardines, bellamente armonizados en una arquitectura perfecta de antes del 59 claro… ; después uno se sienta en los banquitos, porque sí estamos en el césped recontracuidadísimo te vienen a levantar amablemente los cara-de-perros.
Y sentados, miramos hacia el frente, la ciudad ripio, la ciudad hecha leña, a veces gris, como dices, a veces sepia, a veces lenta y fría, pero las más calurienta, inhóspita y seca. (Ahí te va un consejo: nunca adjetives más de la cuenta porque es de un mal gusto que no te explico…)
Observar quedamente a la habana-destrozo, la habana de lejos que se ve, digamos, bonita, desde allá arriba he pensado que sí muy ciertamente la extrañaría de tenerla lejos, al contrario de lo que siempre me he obligado a pensar y ser. “Sin fronteras” es un concepto demasiado libre para los que no hemos olido nunca la libertad. “Ciudadano del mundo” es tan utópico e ingenuo como el socialismo.
There is a border, siempre hay un límite esperándonos, cercándonos, muriéndonos – mureándonos- como el mismo malecón, desmoronado como la ciudad, tan idealizados los dos no sin merecerlo. Ese muro que fija nuestro borde preciso, nuestro quicio –desquiciado- infranqueable, frenable.
En el principio fue la prohibición, el no paso, el hasta aquí. Nico decía que las ciudades de posguerra eran hermosas. Es lo cierto.
Las ciudades derruidas hechas polvo son muy hermosas.
Cuando se está en los jardines del Hotel Nacional disfrutamos al máximo esa destrucción, esa belleza de la muerte.
Y sin embargo, siempre pensamos que abajo pudiéramos sentirnos más nosotros, más lejos de todos esos turistas y todos esos mojitos y todos esos cara-de-perros esperando el menor movimiento nuestro para echarnos, para quitarnos como a ellos todo derecho , toda libertad apenas permisible de observar la vista desolada desde tan hermoso lugar.
En Festival de Cine es cuando más se disfruta de esta vista, del sitio en general. Los cinéfilos invadimos a plenitud el hotel, los delegados, los directores, los actores, el público, todos estamos dando vueltas por sus jardines y mirando la ciudad de lejitos, para acudir corriendo luego a la película que hayamos escogido, siempre independiente, siempre de países lo más lejanos posible, nórdicos si es preciso, alejar la mirada entristecida y perdida del almirante mustio para re-posarla en la pantalla grande, mientras estemos cerca, lo más lejos posible... …
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Vaya, cantimplora tetifuera, que grande eres, qué libérrima, me permites que postee en tu blog. Jijaeputa, ya cumpliste tu propósito, le pusieron una citación a Yoani, ¿estás contenta? Además, no aspires a tener más exposure con Kaos, que ya tienen asko de tus cosas y del OLPL, cada vez que reposteo una me las batean ipso facto, caso en diez, no quieren hacer un caso de ustedes... y ustedes, en cambio, se hacen los héroes, cuando en el fondo saben muy bien que los dejan estar.
ReplyDeleteAnónimo... además de ser un cobarde chivato del Régimen, tienes las narices de dar lecciones de moral.
ReplyDeleteNo vales ni medio segundo del tiempo de nadie.
bah
Ay, rata, no te hagas el caballero andante que esta de Dulcinea no tiene ni el diámetro vaginal. Además, cualquiera menos tú, que saliste rajando pa Ejpaña y llevas tanto allá que ya andas hablando como gayego, puaj.
ReplyDeleteOye, hablas de la parte alta de este trozo de geografía habanera ¿pero y de la parte baja que solo mencionas casi de pasada?
ReplyDeleteHace unos días regresé de La Habana y traigo el corazón roto en mil pedazos. Caminé por ambos lados: por los jardines y por el malecón. ¡Las realidades son tan distintas! Abajo se "lucha" por la vida de una manera triste, descarnada, ¿sórdida? (me parece una palabra muy fuerte). Los de abajo pasan las mil y una noches y hacen hasta lo impensable por alcanzar algo de lo que merecen por ser solo seres humanos. ¡Fue muy duro para mi!