Es ya la segunda persona que me lo comunica, no quiere que ponga fotos suyas en habanemia, por lo menos quiere un seudónimo si he de mencionarla…otros me han dicho de quitar la escurridiza dirección del mail que se coló por la rendija de mi entrada… qué va, profanar tan sagrados espacios… not me!
No problem, imagínense… así como no discriminaría ningún comentario por negativo que fuese o algún enlace por no compaginar con mi, pudiera decirse, estilo descuidado, y pecar de seriedad extrema, no puedo permitirme el lujazo de mostrar lo que no quiere ser mostrado, aunque yo quiera mostrarlo… es algo que todo cubano debe aprender a controlar en algún momento de su vida, la discreción, la moderación y la mesura, aunque a veces esta última, según el Gorki, es bien negativa porque obedece a la inercia.
Quedarse callado no siempre es la opción para el cubano si se le da el menor chance.
Más bien irse de lengua es su modalidad predilecta.
Y nuestra humildísima lia, por mucho que haya querido renegar de su identidad inevitable y meramente fatal, no se queda atrás en cuanto a rasgos pertenecientes por entero a la mescolanza que conocemos y que brilla en la falta de privacidad, locuacidad desmedida –la desmesura entera es cubana- y un sutil no darse cuenta de cuándo y cuánto llega a extralimitarse algo, cualquier cosa.
La maldita circunstancia. El trópico infernal. O como quieran llamarle.
Todo es su culpa.
Pudiera pensarse que sólo es de sentido ético y moral de lo que estoy hablando pero ni yo misma lo sé con certeza, nunca tengo control de estos asuntos, que por lo mismo suelen inquietarme bastante.
Por eso la irreverencia -la reverencia a la irreverencia- aquí es tan natural, y sí, podría llegarse a aplicar una anarquía verdadera a cuanto me rodeara si me fuera posible.
Si tiro una foto y la tengo y es mía no veo la necesidad de pedir permiso a la persona fotografiada para colgarla en mi sitio, así como no se lo pidiera cuando la tomé.
Qué incómodo negocio.
Claro, es que la gente teme verse expuesta. Miedos. Ven en mí un peligro real.
Qué cosa tan horrible, abrir mi blog y descubrirse publicados a la vista del mundo!
Un espanto, no?
Tengo un amigo, Carpio, que siempre dice que él no tiene nada que ocultar.
Tengo personas más cercanas que toman la intimidad como la primera condición a respetarse.
Es todo un lío: lia es un lío la mayor parte del tiempo, lo saben quienes me conocen, un desastrico andante que ha eliminado de su vida cualquier noción que se me antoje heavy.
Todo indicio de responsabilidad basta para arruinarme la existencia.
Tantos problemas graves y tener que preocuparse por cuestiones como poner o no una foto, publicar o no un texto, escribir o no una palabra que puede ser sustituida por otra más tolerable por parte de los demás… Tacto, juicio y sensatez…
Respeto ajeno. Mmm.
Si los de Asko-en-la-red quieren ponerle links a mis fotos de hechizamiento, “tante gratzie”, si ya eran públicas, ahora promocionadas for free…
Si Alberto o Jorge Pedro o la-bestia-parda o quien sea quiere decirme lo que se le ocurra en sus comentarios, bienvenidos, la creatividad no tiene barreras y puede expresarse de diversas formas, a veces disfrazada de bad gay, o completamente lúcida o completamente disparatada.
Entonces lanzo una petición a todos los candidatos a invisibilizarse si lo desean de la bitácora liada: sólo díganmelo y chaz, los desaparezco de mi mapa.
Que por mí no quede. Puedo hacer eso. Las que se me dificultan más son las prohibiciones, pero puedo, sí, respetar ese espacio ajeno, créanlo o no puedo hacer algo por ustedes, gentes de incógnito.
Dejar espacios blancos como minutos de silencio.
Conste que muchas de estas personas pueden tener las fotos más desfachatadas en el Facebook, pero este es un fenómeno social mucho más powerfull con el cual no podría competir.
Otra cosilla:
Cuando se intenta contar una historia, en cualquier soporte narrativo: cuento, crónica o historieta, se tergiversa hasta la idea inicial casi siempre, incluso sin proponérnoslo.
Mi amiga la del seudónimo mencionó también este punto, en mi crónica yo daba algunos datos falsos, sólo que todo depende de la apreciación, del momento, de mi mirada personal y de lo que ella interpretó cuando me leyó. Al repasar la historia por la fecha que me dijo, di conque en realidad no era del todo distorsionada la versión de los hechos a los que hacía referencia, sólo que no intervenían directamente con ella en su justo momento, detalles que pasaba por alto por desconocimiento. Pero no me pareció demasiado importante aclarar más nada. O nada más, que no es lo mismo, gramaticalmente aunque sea, me lo precisó un editor.
Y pensé en EHB que tacha para rectificar. Lo que hace más llamativo el texto en cuestión.
Y en Sullivan, cuando dice que los bloggers debemos estar atentos cada hora por si las moscas.
Actualizar, modificar, variar, es lo que un blogger hace, en la medida de su desarrollo como tal.
No, los cubanos no pertenecemos a esa especie, decíamos con Yoani, Reinaldo, Olpl y Claudita.
Concluimos que no encajábamos con nada. Lo que es en principio la real maravilla. Exotismo incluido.
Viene y no viene al caso:
Saliendo de un correo con todas las musarañas persistentes anidadas en mi cabeza, un reciente atardecer me sorprendió cayéndome literalmente encima toda una tropa –lo menos cinco- de muchachas líndisimas a pocos días de aterrizar de la Argentina.
No podían creer que la Habana fuera, sí, tan chiquita. ¡¿Vos sos Lia?! Me desensimismó el llamado agudo.
Ya una fan ecuatoriana me había parado en G y 23 una noche no hace mucho.
Conocedoras de habanemia quisieron tirarse unas fotos conmigo y prometieron mandármelas.
Entonces yo, ya predispuesta, no sabía si tirar también con mi cámara o esperar por ellas, si publicarlas enseguida que me las mandaran, o no. Qué cosa tan superficial, no debería detenerme nunca a pensar esto, me dije, cuando terminé por decidir no sacar la cámara.
Y después las reclamaciones, los por-favor, no-me-saques-al-muchacho de las madres y amigas tímidas o temerosas. Gente del Partido, por ejemplo, o de la Juventud… je, por qué no, sin discriminaciones, no?.
Por suerte la totalidad de los rostros de mi blog estamos dentro de lo que se dio por llamar “universo juvenil”, el limbo de ¨los otros¨, los que no somos parte pero de alguna forma igual nos meten dentro del saco universal de los excluidos para no dejar cabos sueltos en una so-uci-edad tan limpia de parásitos.
Y ahora me voy a meter en un asunto pendiente.
Ahí estaba la pancarta ante mis ojos: una hormiguita apartada, y un ejército de hormiguitas verdes cargando hojas verdes (que no es un epíteto), y la frase, NOSOTROS TRABAJAMOS, y tú?
Alguien bromeó: ella las dirige!
Y los spot agresivamente ideológicos que pasan con el mayor cinismo, ELLOS LO DIERON TODOS (imágenes de héroes muertos) ELLOS LO SACRIFICARON TODO (más muertos o mandados a matar) ELLOS ETCÉTERA ETCÉTERA, y tú, QUÉ VAS A HACER POR CUBA: CONTRUIR!!!
O el más aberrante de todos, donde sale un tipo haciendo una exposición de la evolución darwinista y termina diciendo Y EL QUE NO TRABAJA CON QUIÉN ESTÁ, ESE (entonación despectiva) A QUIÉN SIRVE?
Es de horror, de verdad, cuando Castellanos decía erradicada la discriminación en su conferencia en Critedios, y el articulito del Granma llamaba “inofensivos” a los adolescentes emos de nuestra s.o.s ciudad...
No puede haber gente por la calle con zapatillas ideológicamente incorrectas o lo que sea pero sí pueden atragantarnos toda la propaganda envenenada que se les ocurra. ¿La injusticia tiembla cuando un pueblo enérgico y viril llora?, esta frase la repetía una niña autómata al estilo 1984 en la pantalla en estos días refiriéndose a-los-cinco-que-no-volverán… ¿dónde están los que no son ni enérgicos ni viriles, las mujeres por ejemplo?, ¿dentro o fuera de ese pueblo?
Me acordé de una película bélica rusa donde el jefe al mando pone a las muchachas soldados a tenderle la cama llamándoles “tabarich”. Es un escuadrón femenino dirigido por un hombre que se queda abandonado en la Siberia sin refuerzos y el final es tan ruso que todas mueren menos el tipo.
(Un paréntesis sin mucho que ver, pero que puede dar una medida de lo que son los dirigentes: un cortico que andaba dando vueltas por las computadoras: daba lástima mirar cómo el periodista del 23 cogía pa las cosas a la Vilma en el aeropuerto de Miami unos meses atrás antes de que se muriera; esa vieja lo único que hacía era comportarse como una desinformada infantil perdida por completo, ignorante en el mejor de los casos, que en vez de tratar de responderle algo coherente al nada comemierda periodista, “Nosotros no hablamos de esas cosas”, era lo único que le decía cuando éste le preguntaba acerca de Vladimiro Roca, los presos políticos, los disidentes o “las armas buenas en manos buenas” que supuestamente enseñaban a los niños en las escuelas. La mayor estupidez que he visto en mucho tiempo, la ridiculez dramatizada.
Por muy mal intencionado que fuera el periodista, la vieja debía tener a mano salidas apropiadas e inteligentes que pudo darle, hasta cualquiera de nosotros si nos vienen con esas respondemos con toda convicción que ningún niño cubano anda armado, por ejemplo, sin faltar a la verdad. Pero la Vilma se mostraba entre nerviosa y escandalizada y no reaccionaba normalmente. Cuando cayó en la cuenta de lo que pasaba optó por despreciarlo: “¡Ah, tú lo que eres es un contrarevolucionario!” y se piró.
¿Los guardaespaldas no podían haber hecho nada antes para evitar la vergonzosa escena?)
En los muros pueden haber escritas frases como LAS IDEAS SON NUESTRAS ARMAS y el logo de la juventud que reza ESTUDIO TRABAJO FUSIL encima de los desaparecidos Cienfuegos y Guevara… al lado de Mella; pero cuando un graffitero pinta un cerebro “estamos-en-las-nubes”, de inmediato una brocha con lechada trata de borrarlo.
Cómo hacer respetar el derecho de libertad de expresión cuando por gritar Abajo Fidel o ponerla ingenuamente en la suela de una zapato somos apresados y conducidos y obligados a firmar actas de no sabemos qué cosa. Todo cubano debería aprenderse la cartilla constitucional al dedillo y dominar algunas leyes y estudiarlas.
No ser partícipes de los abusos, de los atropellos, de las injusticias.
La maldita circunstancia. El trópico infernal. O como quieran llamarle.
Bueno. Me cansé, chao-hasta-mañana.
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beso
**** lia
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"Nada sostengo, nada me sostiene; nuestra gran tristeza es no tener tristezas.
Soy un tarro de leche cortada con un limón humorístico"
Virgilio Piñera
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