Ciudad de La Habana, 18 de diciembre de 2008
A quienes importen las discusiones sobre la ética, la cultura y el ejercicio de la opinión
Un grupo de críticos cubanos, mayormente pertenecientes a la Asociación de la Prensa Cinematográfica, otros independientes, deseamos compartir con nuestros colegas de otras latitudes un determinado criterio, en relación con la ética elemental que debe respetarse entre quienes participamos, de alguna manera, del hecho cultural. El acontecimiento tuvo lugar en el Hotel Nacional de Cuba, el pasado 9 de diciembre, mientras se presentaban algunos libros, como parte de la exitosa edición treinta del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano.
A la salida de las presentaciones, el prestigioso cineasta chileno Miguel Littín abordó al célebre crítico cubano Joel del Río, trató de confirmar su identidad y lo abofeteó, por las estimaciones de valor expresadas por el segundo en su libro Latitudes del margen, cuya autoría comparte con la especialista, también cubana, María Caridad Cumaná. Ciertamente, en el citado volumen pueden leerse valoraciones categóricas sobre el proceso estético que los autores reconocen como el “esclerosamiento” (sic) de algunas filmografías de culto en Latinoamérica y el mundo, entre ellas la del propio Miguel Littín. No podemos desatender la evidencia de que, sin embargo, Latitudes del margen había obtenido Mención en un exigente certamen sobre investigación y crítica: el Premio de Ensayo sobre Iberoamérica y el Caribe convocado anualmente por la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano y la Fundación Alcalá de Henares. O sea, polémico o no, se trata de un libro avalado por significativas personalidades e instituciones ocupadas del pensamiento sociocultural sobre los audiovisuales en la región. No estamos frente a un libro huérfano de prestigio o de admiración entre voces autorizadas.
Al mismo tiempo, entendemos el derecho de Littín a objetar una valoración despectiva y compartimos el criterio de que una crítica mesurada, responsable y, sobre todo, bien argumentada, suele resultar en una comunicación fluida con los autores que hacen parte de su objeto de estudio. Algunos de esos valores no faltan, por cierto, a las plumas de los investigadores y críticos Cumaná y Del Río, con independencia de algún exceso puntual. Para encauzar ese tipo de objeciones, Littín disponía de no pocas vías: una respuesta explícita, donde polemizara con los autores en forma de ensayo; el solo hecho de continuar realizando notables películas, pues no hay mejor argumento que la obra misma, etc. Lo que sí advertimos como improcedente, y queremos denunciar públicamente, es que ante la emergencia del disenso arremetamos contra nuestros interlocutores desde la política del garrote, la barbarie de las cavernas y las agresiones corporales fuera de la menor civilidad.
Al tiempo que llamamos a un ejercicio de la crítica y la opinión cada día más responsable, al tiempo que seguimos justipreciando todo lo que Miguel Littín ha aportado al patrimonio fílmico y cultural de Latinoamérica, denunciamos el incidente, con la finalidad de que este tipo de violencia personal no siente un precedente que enturbie el diálogo cordial entre realizadores y críticos, y no sea “naturalizado” como “alegato gestual” legítimo frente a la diferencia de criterios del Otro. Nos pasamos la vida clamando por la diferencia y la diversidad, pero qué trabajo nos cuesta aceptar que el juicio crítico puede partir de la distancia con relación a nuestra propia obra o a nuestra estética.
Porque creemos en la sensatez y en la cultura profunda de Littín, suponemos que en este minuto su postura sea otra, y abogamos por una cultura del diálogo donde se respeten las razones del Otro, por más que nos favorezcan poco o se aparten de nuestro camino creativo. Crear implica un enorme compromiso, ético, cívico, humano, que no debe sentirse empañado por la política del garrotazo y el bofetón público, como descrédito humillante y vejatorio.
En la esperanza de que el incidente no haya sido más que un accidente y ni con mucho el comienzo de una amenazante regularidad que implique que para el ejercicio de la crítica se deba exigir, a partir de ahora, un pago adicional por peligrosidad, un dudoso impuesto de antiética,
firmamos,
Frank Padrón
Mayra Pastrana
Rufo Caballero
Es curioso cómo los faranduleros se comportan igual en toda circunstancia. Este Joel del Río hace pasar su prepotencia logorreica por criterio, y hay que aguantárselo. Se hace premiar su folleto, artificial piedra de escándalo, y supone que el pobre viejito Littín, alejado del poder cultural, se someterá sin más a ser peldaño en el riverino ascenso a la fama. Por favor, es el truco más viejo y cochino del mundo, meterse con los inermes dinosaurios para hacerse nombre. Duanel Díaz tuvo por lo menos los cojones de atacar a la loca reinante, Jinetera Rufa -no me extraña ver su pezuña-.
ReplyDelete¿Se creen que sus acciones son menos viles porque las ejecutan con sanción culturoide? ¿Que porque el librito está premiao deja de ser abuso y uso? ¿Por qué carajo habría Littín de aguantar que Joel del Río quiera criar fama a costa suya? A saber la de mentiras y anormalidades que habrá soltado Joelito. Bien dada está la galleta, porque antes que creador o intelectual se es hombre, digno y decente.
Bravo por Miguel Littin... abofetear a alguién es algo que ya creía perdido!
ReplyDeleteLo que tenía era que caerle a puñetazos!
Ricardo VEGA
cineasta cubano
Yo creo que la violencia no se justifica, asi que me parece un penoso incidente.Es cierto que hay arribistas que se merecen eso y mucho mas, pero no debe ser, bajo ningun concepto.
ReplyDeleteYo vivo en Estados Unidos, donde si agredes a alguien, te llaman al 911 enseguida, viene la poli y te procesan; quizas esa sea la razon para que me haya vuelto tan cauteloso, y descarte la violencia de plano.
Santiago Martin
Ricardo Vega, cineasta cubano, cónyugue de Zoe Valdés, sobrino de Pastor Vega y ex-protegido de Alfredo Guevara, apuesta por el arte perdido de abofetear, de caer a puñetazos.
ReplyDeleteBrigadas de Acción Rápida, acoged en vuestro seno a ese espíritu creativo!
Una bofetada siempre ha sido el signo para recuperar el honor mancillado.
ReplyDeleteMe encanta que hablen siempre desde el anonimato!
Ricardo VEGA
Escriben los críticos: "Lo que sí advertimos como improcedente, y queremos denunciar públicamente, es que ante la emergencia del disenso arremetamos contra nuestros interlocutores desde la política del garrote, la barbarie de las cavernas y las agresiones corporales fuera de la menor civilidad".
ReplyDelete¿Y acaso no es eso lo que hace el régimen con sus brigadas de respuesta rápida?
Y Ricardo Vega, ex privilegiado del ICAIC, ahora lleno de odio, reivincida tambien la golpiza y la barbarie.
Es evidente que los extremos se tocan
Angel cespedes
Angel seguro estoy que no sabe usted quién soy!
ReplyDeleteDe todos modos gracias por sus comentarios
Una bofetada es el último recurso de los artistas mediocres frente a la crítica. Y está claro por qué Ricardo Vega defiende ese recurso, al que denomina "signo".
ReplyDeleteLamentable incidente. Si cada cineasta, pintor, musico o escritor abofeteara a cuanto critico por ahi juzga sus obras, el mundo seria realmente un caos. Saludos a Habanemia, un blog que va in crescendo.
ReplyDeleteMichael H. Miranda
Al Sr. Ricardo Vega:
ReplyDeleteEso es exactamente lo que tú y tu esposa Zoé Valdés hacen: promover como universal la chusmería del castrismo (golpes, violencia, descalificaciones y actos de repudio), en un claro llamado -¿de la incultura?- a la vuelta a las cavernas. Me sorprende la capacidad de ustedes para hacerse pasar por víctimas -¿de qué o de quién digo yo?-, y esa manera tan sutil de estafar a media humanidad diciendo, p.e. que esa película tuya, entitulada “Te quiero y te llevo al cine” fue censurada en la isla. Lo más osado fue incluirla en ese DVD “Censuré à Cuba”, junto a películas de mérito que en verdad sí fueron censuradas. Y bochornosa fue la manera en que quisieron que tu título (con contenido de horror y misterio) formara parte del canon, estafando a Guillermo Cabrera Infante.
http://cine-ojo.nireblog.com/
Parece que realmente Mme.Zayas se digna dirigirme la palabra.
ReplyDeleteSimplemente me cago en el Coño de tu madre… para hablar de mí o de mi esposa, te tienes que lavar primero la boca.
Ninguna de las cosas que dices son verdad.
Y no tengo que aclararte nada.
Hice en Cuba lo que muchos solo se “atreven” a hacer bien lejos.
Y me vuelvo a cagar en tu madre!
Me vuelvo a defecar en la progenitora de la compañerita Zayas
ReplyDeleteAy dios mío, la cosa está como para ponerse religioso! Hasta donde pueden llegar los malos modales de nosotros los cubanos? No creo que se dé con personas de otras nacionalidades. Vaya Ricardo, que ni siquiera el haber pasado por la cuna de la elegancia y el savoir faire te salva de la plebe...Mon ami, tout simplement tu ne sais pas vivre.
ReplyDeleteACLARACIÓN PARA ILUSTRADOS ESCOGIDOS
ReplyDeletecine-ojo 26-12-2008 GTM 1 @ 21:00
En mi post anterior se puede ver un facsímil de un acta de censura, la que en verdad sufrió el cortometraje PM, de Sabá Cabrera Infante y Orlando Jiménez Leal; en el actual, Vd., ilustrísimo lector, encontrará todo lo contrario, un acta de no-censura: la prueba de que el filme entitulado Te quiero y te llevo al cine, de Ricardo Vega, nunca fue censurado ni confiscado.
Realizado según el manual del 'cine imperfecto' de Julio García Espinosa y como el más puro ejercicio sobre el aburrimiento, el filme, después de provocar prolongados bostezos en los funcionarios cubanos, gozó de la dicha de ser estrenado en la mejor sala isleña, la Chaplin, y también de la de ser enviado por el ICAIC a festivales internacionales, entre ellos el de Nantes. (Click)
Digo todo esto, porque si a algo me dediqué en Cuba fue al estudio de la censura (literaria y cinematográfica) y me sorprendió mucho la inclusión de ese título en el DVD "Censuré à Cuba", preparado por el mismo Ricardo Vega y su esposa Zoé Valdés, con los auspicios de Reporters sans Frontières. En el DVD se incluyen otras películas con méritos y que en verdad sí fueron censuradas (Conducta impropia, Coffea Arábiga y PM).
Pero lo más bochornoso, fue la manera que tuvieron de que Te quiero y te llevo al cine formara parte de algún canon, con el engaño al mismísimo Guillermo Cabrera Infante, quien habla de la supuesta censura a ese filme como que "casi era PM dentro del ICAIC". (Ver aquí, en el minuto 9:40)
Vd. sabrá, queridísimo lector, que hay verdades muy dolorosas, pero comprenderá que peor es sentirse estafado. Por si aún tenía dudas, le copio los facsímiles mencionados arriba, la carta de presentación de dicho filme en el 15º Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, celebrado en La Habana en diciembre de 2003.
Y ya que insiste en las groserías y las descalificaciones Sr. Ricardo Vega, si es que se le puede llamar a Ud. señor, y muy a propósito de su madre, explique cuál era la relación de ella con la Seguridad del Estado, pues supe por Ud. mismo en la entrevista que le hizo Alejandro Ríos para TV Martí, que ella se dedicaba a esos menesteres de trabajar para el aparato, vamos, para la Seguridad. Ya que según Ud. todo el mundo trabaja para la Seguridad, como explicó en PD respecto a su difunto tío Pastor Vega y su primo Aarón, creo que es hora de que empiece a hablar de su propia madre antes de pensar en la de los demás.
ReplyDeleteMe vuelvo a cagar en el recoño de tu madre, y no te preocupes por mi "gordura" o mi presión, solamente pregúntale a la tuya que es lo que tengo "gordo" y con la presion alta.
ReplyDeleteEstúpido si supistes algo por mí, es por que no tengo nada que ocultar!
Mi madre es alto oficial del ministerio del interior y por gente como tú es que a veces dudo si ellos no tienen razón en lo que hacen...
Uff... diarreas otra vez para tu vieja... lo siento no puedo evitarlo... es tu culpa!
Después de leer este comentario del cavernícola y bestia de Ricardo Vega, solo puedo recomendarle que se saque un billete en Air France a La Habana para que se revuelque en la mierda con su madre.
ReplyDelete¿Y quién es ese Ricardo Vega? Supongo que si no lo sé es porque ese nombre es un "perfecto desconocido" en el panorama del cine cubano.
ReplyDeleteEs normal que no sepas, Lejano. El tal Vega es... NADIE.
ReplyDelete¿Y para cuándo una buena pateadura a la Rufa y a la Pata de Rana?
ReplyDeleteNo es necesario. Esos dos la reciben cada mañana cuando se miran al espejo.
ReplyDeleteBien por Zayas en su blog. Sí. "Te quiero y te llevo al cine"... ,para que te duermas.
ReplyDeleteParece que la bronca de solar se trasladó al blog de Hernández de la Teta, el limosnero de la blogósfera.
ReplyDeleteHemos colocado un enlace en www.cubanuestra.nu
ReplyDeleteSaludos
Carlos
AL Sr Ricardo Vega:
ReplyDeleteMe dirijo a ti Ricardo sobre cierto comentario que has hecho en este foro...no entrare en el debate sobre la violencia pues en este aspecto nunca vamos a coincidir pues para mi la violencia es falta de argumentacion en toda regla. pero me gustaria aclarar cierto comentario que has utilizado contra manuel zayas, al tratarlo como Madame o compañerita
Utilizar la condicion sexual de un individuo para agredirlo es homofobia, pura y decarnada, y este tipo de comentarios no ofende a quien lo recibe sino que habla peor de ti que ala persona que intentas agredir. En la cultura cubana en todas sus ramas siempre han existido homosexuales que han sido reconocidos por sus obras de gran valor mas alla de la sexualidad de su creador, y comentarios sobre los mismos en femenino encierra cierto desprecio que espero haya sido provocado mas por la ira que por la razon. Francia pais donde resides tiene unos principios inviolables IGUALDAD LIBERTAD Y FRATERNIDAD y en cualquiera de sus terminos la condicion sexual esta incluida.
Por otro lado noto en las entrelineas de tus palabras ( no solo a Manuel, pues debes tener tus motivos para odiarlo) sino en general un odio hacia todo lo que es Cuba y los cubanos y tus diatribas sobre quien o no es de la seguridad del estado es mas propia del macartismo que la necesidad de disfrutar o esperar algun tipo de justicia. este odio intrinsico no hace mas que alimentar posiciones extremas que nada tienen que ver con una realidad que de por si es muy dura tanto para los que vivimos en el exhilio como para los que sobreviven en Cuba, Mi esposo Nelson Rodriguez, tu maestro de montaje y amigo de tu familia vive en Cuba, eso lo hace ser de la seguridad del estado?, es homosexual, eso te da derecho a tratarlo en femenino? si seguimos alimentando este dolor reconvertido en odio volveremos a caer en el error que siempre nos ha perseguido: borrar, excluir y utilizar la violencia contra aquellos que no piensan como nosotros, hemos sufrido dicho pensamiento unico por muchos años y nuestro deber asi como nuestro objetivo es no convertirnos en ellos sino en ser mejores y entender y hacer entender que desde el exhilio y en cualquier lugar del mundo donde estemos hemos madurado y hemos aprendido a vivir y convivir en democracia.
piensa en ello y recibe un saludo desde madrid.
Marcelino
Bueno, ya todos saben por que Ricardito Vega se caso con Soez Valdes... o por que Soez se caso cn Ricardito... tal para cual!!! Son como dos chancleteras de solar pero inla autenticidad de estas. Y para los q no saben quien es Ricardo Vega, olvidense, alegrense, no se han perdido nada interesante, que familia!!!
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ReplyDeleteA mis amigos:
ReplyDeletePropongo olvidar el asunto. Las broncas entre revolucionarios siempre han existido, evoco los duelos pactados por Céspedes y Agramonte y Flor Crombet con Maceo, o la bronca de Fidel con Fernando Flores Ibarra.
Lamento el incidente porque quiero mucho a Miguel y a Joel, pero he ahí que Littín es uno de los "padres" y le debemos todo el respeto, "histórico" y artístico. América Latina está abocada a la Unión y nosotros los cubanos debemos seguir encabezando, abrazando y defendiendo con pasión esa aspiración martiana.
Ahora en febrero viene Bachelet y Miguel vendrá con ella, no debemos "aguar" esa fiesta tan importante. Creo que uno de nuestros deberes es olvidar hasta las ofensas. Lo digo sin sombra de cobardía o oportunismo. Nada me hecho en el bolsillo.
Despedí a Miguel y lo vi afectado por el incidente. En definitiva él es un artista, un gran y valioso artista de los Nuevos Tiempos y no un gamberro.
Un abrazo a Frank, Rufo, Joel y Mayra, de Jorge Smith.