Tendrás tu propio
estudio...
En Cuba no puedes
alquilar una casa para hacer una exposición o un concierto porque
van y amenazan a los dueños, o los mismos dueños se asustan cuando
se trata de personas incómodas como nosotros, abiertamente
disidentes y anticastristas. Nos ha pasado en numerosas ocasiones. El
régimen hará todo lo posible para que no se pueda realizar la
exposición o para que no vaya nadie: limitando la libertad de
movimiento de todo público posible.
Es muy difícil cuando no
tienes un lugar propio para trabajar, por eso me decidí a empezar a
construir mi propio estudio, encima de la casa de mi familia. Un
proyecto así lleva muchos recursos y tiempo. Supe que a Tania
Bruguera le retiraron el permiso de construcción: ella estaba
terminando su instituto de artivismo. Yo no voy a pedir permiso para
hacer mi estudio. Lo empecé y lo terminaré aunque no le guste al
MINCULT.
Ahora me encuentro
absorto en el proceso de construcción: es todo lo que estoy
haciendo.
Arreglar ese espacio
propio que en el futuro se convertirá en el lugar donde daré clases
a los niños de mi comunidad: talleres de artes plásticas. Quiero
que vengan simplemente aquí a pintar y también les pondré
películas y traeré libros. Creo que será muy lindo porque podré
inspirar a la gente que me rodea, a los que me conocen desde siempre,
porque saben que allí fue donde me crié. Ellos podrán ver la
evolución de quien fui y quien soy y en qué consiste mi trabajo
como artista contestatario. Porque eso es lo que seguiré haciendo y
pienso que estaría dándole esperanza a la gente del barrio, como un
ejemplo de ejercicio de libertad en un país donde te controlan
siempre.
Quiero hacer una
escultura en el frente: un motorizado en una Zuzuki
mirando por la ventana como espiando hacia adentro, para evidenciar
la vigilancia a la que sigo sometido.
Esperas ser arrestado
de nuevo? Fuiste siempre un artista político?
Por supuesto espero
seguir teniendo conflicto con las autoridades. Pero ocupo mi tiempo y
energía en todo lo que tengo que hacer para levantar mi estudio y en
todo el trabajo que tengo por delante. Ellos que hagan su trabajo que
yo sigo haciendo el mío. Tratando siempre de avanzar lo más posible
comportándome libremente y hacer de la libertad un ejercicio diario
y que mi barrio vea que se puede vivir en libertad si te lo propones.
Si creo que fui
consciente siempre desde el punto de vista social. Aquí en Cuba no
veo cómo se discierne lo social de lo político: pienso que todo es
político. Mi arte se alimenta de ambas cosas.
Tu experiencia en
Valle Grande
En prisión estuve
rodeado de delincuentes comunes, pero los delitos allí tienen
castigos muy severos. Sigo diciendo que para mí es una escuela
porque allí conozco más a los cubanos y a la injusticia
desproporcionada del castrismo. Conocí gente cumpliendo años
realmente por nimiedades, como recoger latas en la calle. Cosas
absurdas, gente presa por gusto, personas que solo trataban de salir
adelante con pequeños negocios como ferreterías que hacen la
competencia al estado porque venden más barato y ofrecen más
mercancía. Aquí aplican la llamada Ley del Vago o la Peligrosidad
Predelictiva: son gente que simplemente no trabaja para el gobierno
porque no quiere: trabaja, pero no para el estado: vendían quizás
cosas sin licencia, practican oficios múltiples como albañilería,
son boteros
nocturnos en discotecas privadas... y por no ser una “plantilla”
del gobierno te pueden echar cuatro años de prisión. Fue bueno
conocer que casi todos los “delincuentes comunes” en Cuba son
perfectamente gente emprendedora, gente luchadora.
Mientras los que roban,
arrebatan cadenas, violan, matan, son minoría.
La experiencia en prisión
está vinculada completamente con lo que me propongo hacer, mi arte
se vio enriquecido de una manera especial, porque yo tengo un
compromiso social y lo que quiero es lograr un mayor entendimiento y
aumentar la sensibilidad colectiva respecto a estos y otros temas.
Son cosas de Cuba que
mucha gente no conoce, es un fenómeno real ignorado por muchos.
Qué es para ti un
artivista?
Un tipo que siempre está
metido en problemas. (Risas)
Para mí un artivista es
una persona que se preocupa por los demás. Una persona que realmente
practica la filosofía de “no hagas a nadie lo que no te gusta que
te hagan”. Y si no quieres ser aplastado solo por tu forma de
pensar, molestado a cada minuto por lo que haces, tiene que
importarte también que no se le haga lo mismo a nadie. Si sufres
represión y te quedas callado les estás dando la oportunidad de
continuar reprimiendo. Un artivista es importante porque es quien
nunca se quedará en silencio y le hará ver a los otros la
complicidad, inmoral, con el totalitarismo.
Piensas que es
responsabilidad del gobierno protegerte a ti como artista?
Yo creo que el gobierno
lo que debería es irse. Yo no quiero que nadie me proteja por hacer
arte. Mi arte debe ser respetado, aceptado. El respeto es lo que
necesitamos con urgencia, cuando todos se respeten no hará falta
protección, porque tus derechos, los más elementales, estarán a
salvo, principalmente la libertad de expresarte como te de la gana.
Los represores son tipos
cortos de mente, mutiladores de sueños, anuladores de personas,
maquinadores mentales que están quitando lentamente todo el espacio
a un pueblo que ama su tierra pero rechaza donde vive por las
circunstancias. El desastre es parejo. Todos saben quién es el
culpable pero deciden irse. Tampoco es que tengan demasiadas
opciones, para dónde cogen si les cortan todas las vías. Sus leyes
nos oprimen, nos asfixian, pero todos escapan cuando tienen la
primera oportunidad. Cuando los que deberían irse de una vez son los
Castro, para que el pueblo respire por fin libre de tiranos y no se
ocupe solo del sobrevivir básico a diario.
Censura artística...
En
Cuba se censura a los artistas de diferentes formas. Las más simple
es no ofertar ningún tipo de materiales a quienes no estén
registrados en el sistema oficial (ACAA,
Asociación Hermanos Saíz, Fondo de Bienes Culturales, estudiantes
de academias como San Alejandro, etc.) Aunque yo tenga dinero, la
tienda no me venderá ni un tubo de acrílico si no les muestro mi
carné de asociado a alguna de esas falanges gubernamentales. Ellos
aluden a la escasez, pero por supuesto siempre hay contrabando por
detrás, o si eres un artista muy famoso y dejas una propina
considerable a lo mejor no te piden el carné. O sea, si no
perteneces al grupo de artistas oficialistas, que solo legitiman la
censura que practican esas instituciones, tú no puedes hacer una
exposición porque todas las galerías son del gobierno, todos los
materiales los tienen ellos. Tengo que comprarlo todo a sobreprecio
por “la izquierda” y tengo que hacer mi propio espacio doméstico
para mostrar mi arte.
Por
eso siempre pensé en la calle como espacio de trabajo. Pero vas
preso si pintas en la calle: te persiguen, te acosan, te registran y
te quitan todo lo que tengas así sea una crayola. He sido presa de
registros policiales y se han llevado cada spray y cada cartulina.
Las obras referentes a los dictadores nunca las han devuelto. Me
pregunto qué harán con todo eso. Esa es la vida del artista cubano
cuando empieza a pensar en la libertad, cuando se preocupa por la
verdadera voz del pueblo: yo no soy un caso especial, como yo hay
muchos que han sido silenciados a la fuerza, anulados y censurados de
todos los espacios oficiales, solo por tener voz propia. Yo
simplemente no quiero que eso siga repitiéndose. Lo que me pasa a mí
pasa a muchos. La censura se multiplica y yo quiero que mi obra tenga
que ver con los que no pueden hablar, con los que tienen miedo, con
los que se arrastran por un poco de atención en galerías como el
show grandísimo que ha montado la Fábrica:
son artistas que han “entrado por el aro”. Allí no vas a ver una
obra muy real, vas a ver cosas decorativas y algunos temas
“calientes” trabajados con sumo cuidado. Todo lo que allí se
muestra ha sido pasado por un filtro. Los artistas se entrenan en la
autocensura, eso forma parte de su formación artística. Ya van
listos con obras políticamente correctas. Hay un montón de artistas
que no dicen nada, no invitan a pensar, solo se preocupan en vender
cosas lindas a los extranjeros o coleccionistas que vienen porque el
país se puso de moda. Compran porque “parece que es verdad que en
Cuba está cambiando la cosa”: obras que hablan de falsos cambios,
hechas por artistas profundamente mentirosos.
Me
ofende mucho que no dejen entrar a Cuba al artista Aldo Menénez, que
hizo una petición online de firmas para el libre acceso a internet.
Nadie es quién para negarte del derecho a entrar a tu país.
Hay un gremio
realmente alternativo? Se solidarizan unos con otros?
El
único gremio que he conocido está formado por Gorki Águila, Lia
Villares, Claudio Fuentes, Ailer González, el Chino Novo, Tania
Bruguera, David D´Omni, Luis Eligio Pérez, Kizzy Macías, Aldo
Menéndez, yo mismo: Danilo Maldonado. No conozco a mucha gente que
haga arte alternativo “de verdad” aquí. Nadie está para que lo
cojan preso cada cinco minutos: hay quien te dice que es tu amigo
pero tengo que respetarle las distancias ideológicas, porque lo
puedo meter en líos, como si yo estuviera realmente en malos pasos,
como si hiciera cosas ilegales o fuera un delincuente. Solo fue a
verme a prisión Tania, con Lia, que llevaba la campaña por mi
liberación, y Gorki. Esas son las personas que conozco que se
preocupan por alguien más que no sean ellos mismos, gente que hace
arte libre sin importarle las consecuencias. Los otros normalmente no
quieren ni hablar del tema. Yo no quiero juzgarlos pero su actitud es
bien cobarde, al final son cómplices de una dictadura a la que no le
importa el arte y mucho menos los artistas si no se repliegan a sus
intereses del control humano a perpetuidad. Nunca me sentí solo en
Valle Grande porque sabía que mis amigos, artistas de la resistencia
ellos mismos, no descansarían ante la injusticia, porque, ya te
dije, es pareja para todos y cuando violan los derechos de un solo
artista equivale a violar los derechos de todos. La solidaridad es la
clave para salir adelante y hacer posible el sueño, rescatarlo.
El arte debe disentir?
Por
supuesto. Yo no quiero ir a una galería a ver algo que me diga lo
grande que es esta “revolución”, 57 años más tarde. Cuando me
rodea la miseria, la hipocresía y el maltrato. El arte irresponsable
tiene a ser manipulador, hedonista, mentiroso por naturaleza, se
miente a sí mismo. No le veo sentido. Los artistas deben ser
críticos todo el tiempo, sino que se dediquen a otra cosa: este es
un oficio peligroso. Es un compromiso con los demás pero
principalmente contigo mismo: debes ser lo más honesto y
transparente posible contigo mismo.
El Sexto es un
antihéroe?
Pudiera
ser, yo lo veo así. Un tipo común y corriente. Cualquiera, un tipo
friki, que puede vivir al lado de tu casa. Le gusta divertirse y ver
los colores de la vida. Yo quiero voltagear a la gente para que
busquen también la manera de ser más libres.
Qué tipo de arte
consumes?
Me
gusta mucho la historia del arte. Consumo todo tipo de estilos de
todo tipo de épocas. El graffiti porque tiene que ver con mi
trabajo. Ahora estoy más inclinado al arte interdisciplinario, los
performances me encantan. He estado interesado en el arte mexicano
actual. De Cuba me gusta la obra de Carlos Martiel, Sandra Ceballos,
Ezequiel Suárez, Hamlet Lavastida, OmniZonaFranca, Ángel Delgado,
Aldito Menéndez (Arte Calle en los ochenta): son los maestros, han
sabido vivir en libertad durante muchos más años que yo, y han
sabido ejercerla, porque es una prácica que no solo debe ser
practicada sino perfeccionada cada dia, exigirle cada vez más y
empujar los límites siendo todo el tiempo consecuentes, honestos
desde adentro.
Qué le dirías a los
curadores, coleccionistas fascinados con Cuba?
Están
comprando una obra que está completamente contaminada de mentiras,
una obra desfazada. No veo lógico que en tiempos de dictadura haya
artistas pintando a favor del régimen. O que permanezcan
indiferentes a la la censura, a que puede ir preso un artista
simplemente por intentar un performance que critica al gobierno, a la
situación de violencia continua que sufren defensoras de derechos
humanos como las Damas de Blanco. Así que para mí es una obra de
mentiras la que estarían comprando, y por tanto tendrán una gran
colección de mentiras. Ningún coleccionista respetado puede caer en
la inmoralidad de desconocer la situación real de los derechos de
los cubanos, y de los artistas.
Qué intentó Kcho
contigo?
Reclutarme.
Domesticarme. Parece que así ha funcionado con muchos artistas,
empezando por él mismo. Seguramente él recibió buenas amenazas por
parte de las autoridades cuando era contestatario. Siempre amenazan,
a tu familia, con no poder salir del país, como si lo que yo
quisiera hacer no estuviera aquí mismo. La obra de Kcho fue
perdiendo fuerza porque dejó de ser consecuente consigo mismo. No se
exigió justicia para sí mismo. La herramienta es eficaz. Si actúas
según los intereses institucionales podrás tenerlo todo: dinero y
fama, reconocimiento en los medios nacionales, privilegios de los que
nadie más goza. Yo no quiero esos privilegios, o en todo caso no
así. El único privilegio que merece todo el pueblo de Cuba es vivir
en libertad. No significa que yo no llegue a tener fama y dinero, que
reniegue de eso: vivir en libertad significa tener la conciencia
limpia, no sentirme cómplice de los abusos del poder, dormir
tranquilo sintiéndome libre, ayudando a los míos, y no aislado otra
vez en la celda de castigo. No imponerse por encima de nadie,
respetar a los otros, no dejar que le pisoteen a más nadie ningún
derecho.
Ahora
Kcho sale en el noticiero porque le dedicó en Francia una obra a
Fidel y a Raúl. Yo también le dediqué una obra a esos cabrones,
pero la mía no será mencionada en nigún medio nacional. Por ella
cumplí 10 meses de prisión y me soltaron justo el día nacional de
la cultura. Tania recibe premios y el título Honoris Causa del
Instituto de Arte de Chicago y tampoco la mencionan por ningún lado,
aunque el museo de Bellas Artes tenga una obra suya colgada en la
pared (el mismo museo que le prohibió la entrada durante la Bienal
de la Habana pasada) ella no existe: nosotros no existimos porque nos
enfrentamos directamente a ellos y la manera que tienen de
castigarnos es borrarnos o meternos en la cárcel.
Yo
pienso que el artista necesita mención y reconocimiento, porque se
alimenta un poco de eso. Pero yo no hago esto para que me mencionen,
lo hago porque me siento bien haciéndolo y la paso de maravilla. Yo
he decidido no tener superiores. No recibir órdenes porque no soy
militar. Trato de dar luz a los que se pierden en la oscuridad,
quiero tratar de inspirar con mi simple comportamiento a los demás
que están a mi alrededor como zombies: si yo puedo, si yo he podido:
entonces tú puedes porque yo no soy de Marte. Esa sería mi obra
ideal: regalar ganas de cambio.
Qué país quieres
para Renata?
Mi
última obra es para ella. Estoy materializando todo el amor que
pongo en hacerle retratos. Cuando alguien se interesa por estos y los
compra, yo convierto ese dinero en oro, literalmente. Esto
materializa mi cariño hacia ella. La gente a veces no cree en lo que
no ve: yo voy a hacer una serie de cuadros de mi hija y el resultado
final será simplemente oro.
Quiero
para ella un país donde nadie le esté cuestionando su forma de
pensar, de vestir, de relacionarse con los demás. Donde nadie le
diga lo que tiene que hacer o decir: un país donde pueda ser ella
misma, como es ella, como mismo la veo yo, una niña feliz que se
convierta en una mujer feliz. Que la pase bien como la está pasando
el papá. A pesar de todo lo malo que me ha ocurrido nunca he
cambiado mi amor hacia ella ni mi forma de mirar el mundo, mi mundo
siempre tendrá colores y así quiero que lo vea ella. Los que están
cerca mío saben que no dejaré de quererlos y que ese amor no
cambiará nunca. Mi niña que sea libre, que sueñe libre y que vuele
libre, en un país libre.
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