Dr. Moustache
Episodio VII
El regreso del Duque Villon
por
Marcos Díaz
Desvístanlo, para que cure,
y si no cura, mátenlo.
Kafka
Personajes
Dr. Moustache, superhéroe.
Jean Paul Delacroix, aprendiz del Dr. Moustache.
Miguel, ayudante del Dr. Moustache.
Delegado Martí, Delegado del Distrito de Guanabo.
Señorito Martí, hijo de Julio Martí, aunque tiene unos treinta años, luce como de sesenta.
Camila Martí, hija de Julio Martí, es mucho menor que Señorito Martí.
Duque Villon, villano.
Los acontecimientos suceden en el Distrito de Guanabo.
1.
Música apoteósica. Es de noche. Habitación en penumbras del Dr. Moustache. Por la ventana se ve la lluvia cayendo. Un relámpago ilumina la habitación. Está vacía. Lluvia y penumbras. Otro relámpago ilumina la habitación. Esta vez vemos la imagen del Dr. Moustache, con bata blanca, gafas oscuras de motorista y bigote poblado, en una pose superheroica. Al quedar todo en penumbras nuevamente, se recorta la silueta del Dr. Moustache contra la ventana.
Se escucha que abren la puerta con unas llaves. Dr. Moustache se pone en guardia, pero no hace nada más. Entra Miguel, vestido de empleado de hotel. Enciende la luz.
Miguel. Señor (Se detiene, ambos se miran.) Perdone no sabía que estaba usted
cómo decirle a eso
listo (Dr. Moustache no responde.)
Lo están buscando
en el lobby
Se trata de una emergencia
disculpe
¿se encuentra bien?
Creo que lo traen
algo feo
o no le diría feo sino
qué temporal este
es el hijo
del Delegado Martí
con una fiebre de miedo. (Dr. Moustache no se mueve.)
Están allá abajo esperándolo
Querían subir quién sabe si lo hagan
el elevador es tan estrecho
mentira pueden usar las escaleras
voy a serle sincero
iban detrás de mí
deben estar ya al llegar
les dije
que usted los atendería. (Pausa.)
Espero no interrumpirle
pero como se trata de una
emergencia
primero todos muy tranquilos en la fiesta
de pronto
las convulsiones
el padre histérico
Ahora la turba lo trae cargado
Hacia acá
Lo único que necesitan es
Ya sabe.
Entran Delegado Martí y dos hombres con camisas de diseño caribeño, cargando al Señorito Martí.
Delegado Martí. ¡Dr. Moustache!
Es una alivio tan superlativo
que lo encontremos en su habitación
Pongan al muchacho sobre los cojines pobre
hijo mío
Moustache querido
precisamos de su ayuda
su ayuda médica
quiero decir
Tan contentos de tenerlo
como vecino en el Distrito de Guanabo
iba rezando porque estuviera
libre de sus obligaciones
Mírelo tan dispuesto
tan vestido de usted mismo (Pequeña pausa.)
Mi hijo
y su fiebre Dr. Moustache.
Dr. Moustache abre la boca, pero no se decide a hablar, se vuelve.
Delegado Martí. Mire aquí le traigo
una copita
de ron. (Dr. Moustache niega con la cabeza.)
Rehúsa a la copita (Para sí.) Debe estar enfermo es la única
explicación posible.
(Pequeña pausa.) Qué ingenuos
hemos sido
Le importunamos
no es cierto
Pero mi hijo
Moustache
precisamos de su servicio
por favor
usted es el único médico de familia
en todo el Distrito de Guanabo.
Dr. Moustache. (Interrumpiendo.) Sí
pero
no.
Miguel. Esa voz.
Relámpago, acompañado de trueno. Hace aparición un viejo gordo, borracho, sin afeitar, con una botella en las manos.
Viejo gordo. (Ríe.) Miren
para esto
la fiesta sigue aquí
Uno nunca sabe
lo que puede encontrar en su propia casa.
El hijo del Delegado tose, intenta aspirar el aire, en vano.
Delegado Martí. ¿Moustache?
Viejo gordo. Así me llaman
Delegado (Chupa la botella.)
Delegado Martí. (Refiriéndose al otro Dr. Moustache.) Y este
quién es.
Miguel. Quítate las gafas
impostor.
Dr. Moustache se quita las gafas y el bigote postizo. Es Delacroix.
Delacroix. Yo.
Viejo gordo. Ah
cabronazo (Ríe.) Otra vez
con esos jueguitos
Un día eso va a acabar contigo
Te lo digo yo
el Dr. Moustache. (Ríe.)
El Señorito Martí tose.
Delegado Martí. Por favor
no demoren más esto
mi hijo agoniza.
Dr. Moustache. Sí
puedo verlo
Ese engendro tiene fiebre otra vez
Cada llovizna que cae
tu hijo alérgico se hunde en fiebre
Qué defensas
tan bajas qué debilidad
de organismo
Hay que ser duro
como el piso. (Escupe en el suelo, a Delacroix.) Quítate eso
imberbe
y ponlo en su lugar. (Delacroix se esconde tras un espejo que funciona como biombo. Dr. Moustache chupa la botella, se agacha al lado del Señorito Martí.) A ver
qué tiene el niño.
Dr. Moustache le toca la frente, pega su oído al pecho, le mira la mucosa de los ojos. El paciente tose.
Dr. Moustache. Qué va
amigo
esa tos la estás interpretando
muy mal
y con esto quiero decir
que pareces
un actor de segunda. (Al resto.)
¿Le dieron
respiración boca a boca?
Delegado Martí. No
no sabíamos
que había que hacerle eso.
Dr. Moustache. No había que hacerle nada
sólo me da gracia pensar
que alguien le haya cogido el pico
a este muchacho tan feo. (Chupa la botella.) Perdonen que tome tanto
pero un médico es un artista.
Delegado Martí. Yo le había traído
una copita de ron.
Dr. Moustache. Una copita
Dónde.
El enfermo tose, se incorpora, agarra a Dr. Moustache por la camiseta, se le acerca al oído. En ese momento entra Delacroix.
Señorito Martí. (Sólo a Dr. Moustache.) Doctor déjeme
morir.
Delacroix, que ha escuchado al enfermo, intercambia miradas con Dr. Moustache.
Dr. Moustache. (Mira a su alrededor, se pone en pie, carraspea.) A continuación
creerán ver un milagro (Registra en las gavetas algunos instrumentos, saca el que le parece más complejo y lo blande en el aire mientras habla, sin ninguna razón.)
Pero no es más que el método
del Dr. Moustache
que cura al mundo de las enfermedades
y de la gente malévola
que son las enfermedades
del mundo. (Se vuelve hacia el paciente.)
A ver amigo
qué cosa es blanco por fuera y negro
por dentro.
Señorito Martí. (Lo piensa.)
Un huevo culeco.
Delegado Martí se ofusca.
Dr. Moustache. Hagan silencio. (Al enfermo.)
Inténtalo de nuevo Esta vez
tómate tu tiempo.
Señorito Martí. (Lo piensa.) Una taza
de café.
Dr. Moustache. Correcto. (Todos respiran aliviados. A Delacroix.) Presta atención a esto
Hijo
para que despabiles
y no juegues más. (Al enfermo.)
A ver
cuántos
somos aquí presentes.
Señorito Martí. (Los cuenta.) Seis
no
siete.
Dr. Moustache. Anjá
correcto Y cuánto es
siete por siete. (Pausa, relámpago, acompañado de trueno.)
Señorito Martí. (Lo piensa.) Cuarenta y nueve. (Pausa.)
Dr. Moustache. Concéntrate bien muchacho
te haré de nuevo la pregunta
para que tengas oportunidad de pensarlo
Bueno
cuánto es siete por siete
Si los multiplicas
quiero decir
Un siete multiplicado
por otro siete.
Señorito Martí. (Lo piensa más rato, tose.) Cuarenta
y nueve. (Pausa.)
Dr. Moustache. Correcto. (Todos respiran aliviados.) Ahora súmale dos.
Señorito Martí. ¿Dos más cuarenta y nueve?
Dr. Moustache. Sí eso mismo
cuánto da.
Señorito Martí. Cincuenta y uno.
Dr. Moustache. No te equivocas muchacho
has acertado de manera correcta Ese número
tienes que guardarlo
bien y para siempre en la memoria
si quieres
anótalo en un papelito
Esa cifra no se te puede perder
porque lo que pasa es que… (A los presentes.) Cincuenta y uno
es un número tremendo
Nosotros los que habitamos
este distrito colindante al mar
es decir que circunda con la playa
o que la playa lo circunda
por un lado
porque este distrito de Guanabo está
en la playa de Guanabo
bebemos muchas jugos que
en general
están compuestas por esa sustancia
que es la cafeína
La dosis letal de cualquier cosa
es una dosis que te mata si llegas a ella
y si no llegas a ella no te mata
Pero existe también la dosis
semi letal
y la dosis
semi semi letal
y también la dosis
semi semi semi letal
que aunque no matan afectan
de un modo u
otro
En tu caso bueno en tu caso no sé (Ríe.) No todavía parque en efecto
no he hecho la pregunta (Pequeña pausa.) La voy a hacer ahora (Pequeña pausa.)
Cuántas tazas de café has bebido
en el día de hoy.
Señorito Martí. (Lo piensa.) Dieciséis (Lo piensa.) No
diecisiete
no
dieciséis (Lo piensa.) No. (Lo piensa.) Bueno
dieciséis y un poquito
lo que es decir un buchito
de otra taza.
Dr. Moustache. (Alzando los brazos hacia el techo.) ¡Eso es! ¡Dieciséis
y un poquito! ¡Este hombre está completamente sano! ¡Este hombre
no sufre absolutamente nada! ¡Es sólo un inconveniente
circulatorio
por estar
sobresaturado de café!
Cincuenta y una tazas
amigo
es la dosis letal de la cafeína
Tú has consumido una dosis
Semi
semi
letal
y es todo lo que te ocurre.
Delegado Martí. ¡Gracias a todos los cielos
este Moustache es un milagro!
Dr. Moustache. (Chupa el pico de la botella.) Bah
tampoco tienen
que lambiarme el culo.
Delacroix. Es usted tan talentoso
señor.
Dr. Moustache. Ya basta
he tenido suficiente por hoy
Saquen a ese engendro
de mi casa
Tengo que dormir reponerme
ya que el oficio de médico
es tan agotador.
Delegado Martí. Por supuesto que sí
querido (A todos los presentes.) Aprovecho para anunciar
que el viernes organizaré una fiesta
en homenaje
a este momento (A su hijo.) Vamos.
Señorito Martí. ¿Ya puedo
ponerme en pie
doctor?
Dr. Moustache. Bueno sí por qué no.
Señorito Martí. (Se pone en pie, trabajosamente.) Gracias
Dr. Moustache.
Dr. Moustache. Bah
Bah.
Todos salen. Señorito Martí, con dificultad.
Dr. Moustache. (A Delacroix.) Tú quédate. (Delacroix se queda, Cuando todos se van.)
¿Aprendiste algo hoy? (Delacroix asiente con la cabeza.)
Dime qué aprendiste.
Delacroix. Bueno
aprendí
señor…
Dr. Moustache. No me digas más
señor. (Guardando el instrumento en la gaveta.)
Prefiero que me llames no sé
maestro
Eso de señor me recuerda
una academia militar ni que te estuviera enseñando el arte
de la beligerancia.
Delacroix. Perdone
señor.
Dr. Moustache. Lo que yo te enseño es el arte de curar
la enfermedad
del mundo Además parecería que eres mi sirviente
y no eres mi sirviente
eres mi aprendiz para eso está
Miguel
para ser mi sirviente digo.
Delacroix. Sí
Señor. (Pausa.)
Dr. Moustache. Se ve tan feo cuando me llamas así
delante de los demás
Porque parece como que eres
mi esclavo (Pausa. Explicativo.) Porque eres negro. (Pausa.)
Delacroix. No soy negro
Tengo el pelo ralo así y la piel
tostada por el sol
de la playa
Pero no soy
negro. (Pausa.)
Dr. Moustache. Como quieras
puedes tener
la fantasía que quieras.
Delacroix. No es que tenga un problema
con ser o no negro.
Dr. Moustache. Entonces qué te preocupa.
Delacroix. Perdone
señor.
Dr. Moustache. Ya te digo
maestro.
Delacroix. Maestro.
Dr. Moustache. Así. (Pausa. Chupa la botella, se sienta, mira sus zapatos.)
Ayúdame a desabrocharme
los zapatos. (Delacroix se aproxima, desata el cordón de un zapato.) Qué hacías con mi disfraz
de superhéroe.
Delacroix. Quería ver cómo me veía
maestro
ya me ha dicho usted otras veces que podría usarlo
cuando hubiese aprendido bien.
Dr. Moustache. Qué insolente eres
no puedo creer lo insolente que eres
Quién te ha dicho que
ya puedes usarlo.
Delacroix. Deme el otro
pie
señor.
Dr. Moustache. Señor no.
Delacroix. Maestro.
Dr. Moustache. Así. (Le da el otro pie. Bebe. Pone la botella al lado de la cama.)
También puedes llamarme
Doctor
de hecho me gusta que me llamen Doctor
pues soy Doctor
el Doctor Moustache
En tu caso
no tienes que llamarme así
Doctor Moustache
sino sólo Doctor
o sólo Moustache.
Delacroix. (Para sí.) Doctor (Lo piensa.) No sé
me da cosa.
Dr. Moustache. A todo uno se acostumbra
tienes que acostumbrarte
Te sabes el cuento
del elefante que cuando era bebé
lo amarraban a una estaca.
Delacroix. Sí lo conozco.
Dr. Moustache. El elefante estaba en el circo
amarrado a una estaca pequeña
pero nunca se escapaba
aunque pudiera fácilmente irse caminando
y desenterrar la estaca.
Delacroix. Me sé la historia
señor.
Dr. Moustache. No interrumpas perro
insolente
Qué mala maña
Un día una niña preguntó
al circense del circo por qué el elefante
no se escapaba
El circense le dijo que desde que era bebé
amarraban al elefante a ese
mismo palo
que ya el elefante
había intentado escaparse muchas
veces cuando bebé
y se había acostumbrado
a que no podía vivir más allá
del cordón que lo amarraba
a la estaca
(Delacroix bosteza.)
Y esa falta
de respeto de bostezar
delante de mí.
Delacroix. Perdone pero es que ya me sabía la historia
señor.
Dr. Moustache. Doctor.
Delacroix. Doctor.
Dr. Moustache. Así. (Pausa.)
Cuando estemos en una fiesta
o en general
cuando estemos delante de otros
trata de no causar mala
impresión
sino de caer bien
No interrumpas a la gente
Esos prontos que te dan
Se ven tan feos
Lo digo
por la fiesta del viernes
Vas a conocer gente
y como eres negro
si das buena impresión
impresionas más
que si fueras blanco.
Delacroix. Bueno yo de todas formas…
Dr. Moustache. (Poniéndole una mano en el hombro.) Qué bueno que hayas aprendido
algo con lo que ocurrió
pero no juegues más a ser el Dr. Moustache
Tienes que encontrar tu propia
identidad superheroica.
Dr. Moustache toma la botella y bebe un trago largo. La botella se le resbala, se rompe contra el piso, el líquido rojo se esparce. Dr. Moustache eructa, saca otra botella idéntica de debajo de la cama y la coloca en el mismo lugar donde estaba la otra.
Dr. Moustache. No limpies eso
Déjalo
así (Delacroix no hace nada.) Vete
ya
necesito descansar.
Delacroix sale.
2.
Fiesta en la mansión del Delegado Martí. Piano de jazz. Los invitados visten alternando entre lo dandi y lo bohemio. Delegado Martí, su hija Camila y Señorito Martí, con una taza de café.
Delegado Martí. Mi hija es lo más
grande
casi la mejor
realizadora de cine
allá en La Habana.
Camila Martí. Papá no es
para tanto.
Delegado Martí. Es para tanto
Y para
más
Nadie rueda una película como
lo hace Camila.
Señorito Martí. Me cuesta creer
que eres la misma niña
que correteaba
por los dienteperros.
Delegado Martí. Ahora que vuelve a
Guanabo
después de diez años
de trabajo y cosas varias
me siento feliz
me siento
hasta más joven
Estoy tan orgulloso de mi hija
Aunque insista en dormir
en el hotel
y no en casa.
Camila Martí. Papá
No empieces.
(A Señorito Martí.) Sólo fueron
dos películas.
Delegado Martí. Pero las dos han sido las mejores en sus
respectivos años.
Camila Martí. (Encogiéndose de hombros.) Tampoco fueron
los mejores años
para el cine.
Señorito Martí. Al menos han sido mejores
que
aquellos
años. (Pausa.)
Delegado Martí. (Absorto.) Fueron años feos
aquellos
años.
Camila Martí. No sé
No viví esa época
La recuerdo sólo
desde los comentarios que hacían los mayores
cuando yo era niña
Pero trataban de ocultarme
los detalles escabrosos.
Delegado Martí. Por suerte
las cosas cambiaron
gracias al Dr. Moustache
que neutralizó las amenazas de cada uno
de los terroristas.
Señorito Martí. Excepto a uno.
Delegado Martí. Excepto a ese cobarde del Duque
Maximiliano Villon
que atacaba siempre a los inocentes
en lugar de a las fuerzas armadas.
Señorito Martí. Moustache nunca ha podido
derrotarlo pero
Villon no ha vuelto a atacar
desde que Moustache
le arrancó los brazos
Ahora no es más que un
manco
indefenso. (Pausa.)
Delegado Martí. Olvidé decírtelo
hija mía
criatura mágica de ensueño
El Dr. Moustache es un vecino
de Guanabo.
Camila Martí. Cómo que
un vecino.
Delegado Martí. De aquí de Guanabo Se hospeda
en el mismo hotel en el que estás tú.
Camila Martí. Pero y eso
no se supone que nadie sepa la verdadera
identidad del Dr. Moustache.
Señorito Martí. La verdadera identidad de Moustache
es esa
la del Dr. Moustache
Mientras sea Moustache
es Moustache
Y lo es todavía
aunque sólo esté ejerciendo
como médico de familia.
Delegado Martí. Te lo voy a presentar
debe aparecerse por aquí
esta fiesta es en honor suyo
pues salvó la vida
de mi hijo
tu hermano. (Da una palmada a Señorito Martí, que experimenta un pequeño ataque de tos.)
Camila Martí. ¿Salvó la vida
de mi hermano? (A Señorito Martí.)
Y cómo estás
ahora.
Señorito Martí. Más o
Menos
Me duelen las articulaciones y tengo
escozor en la garganta. (Tose.) Pero estoy bien gracias
al doctor. (Bebe café.)
Delegado Martí. ¿No tenías
gastritis?
No bebas tanto
café.
Señorito Martí. Deja
mi gastritis
es mía y hago con ella lo que
quiera. (Bebe más.)
Qué voy a hacer si no
El alcohol no puedo probarlo
por mi tratamiento
de la ciática
Todo esto
me aburre
tanto.
Delegado Martí. Mira
qué coincidencia
Estos dos
nunca se van a morir.
Entran Delacroix y Dr. Moustache. Delacroix lleva un discreto bigote. Dr. Moustache está correctamente afeitado.
Delegado Martí. Querido. (Abraza a Dr. Moustache, que lo recibe más bien hosco.)
Y Delacroix… (Le tiende la mano al aprendiz.)
Dr. Moustache. Qué
tal.
Delacroix. Buenas noches.
Saludan de manera discreta al Señorito Martí, entonces quedan mirando a Camila.
Delegado Martí. Queridos quiero
presentarles
Delacroix. (Sorprendido.) ¡No!
Dr. Moustache. Aquí va de nuevo.
Delegado Martí. Qué pasa.
Delacroix. ¡No!
Camila Martí. (Mirándose el vestido.) ¿Tengo algo?
Delacroix. ¡No!
Dr. Moustache. A este le falta un tornillo.
Señorito Martí. Está intentando decir algo
Déjenlo.
Todos hacen silencio durante un rato.
Delacroix. No puedo creer que vaya
a conocer
personalmente
yo mismo
a Camila Martí. (Pausa.)
Dr. Moustache. (A Delacroix.) Compórtate
hijo.
Delacroix. Camila Martí
trate de hacer memoria
le he enviado casi cien correos electrónicos
Soy un gran admirador de su trabajo Creo que sus películas son
las mejores de sus
respectivos años
y las mejores
desde hace muchos años.
Camila Martí. Ah
Perdone
no lo recordaba
No sé
Su nombre cuál
era.
Delacroix. Mi nombre profesional es
Jean-Paul
Delacroix
pero
mi nombre de nacimiento
por el que debe recordarme es
Juan Pablo
de la Cruz.
Camila Martí. (Intenta recordar.) Un gusto (Se encoge de hombros)
es que
a veces no reviso el correo y otras
tiene problemas o elimina las direcciones
que se repiten
como si fueran
spam.
Delacroix. Es tanto gusto conocerla
He visto
cada una de sus películas y cada uno
de sus documentales.
Delegado Martí. Y este querida
hija mía
es el Doctor Moustache
del que tanto hemos
hablado.
Dr. Moustache. Sí
también me han hablado de ti
en algún momento
o eso me parece.
Se estrechan la mano, no se la sueltan.
Camila Martí. Tenía muchos deseos de conocerlo
Doctor Moustache. (Pequeña pausa, le suelta la mano.)
Doctor
Moustache
qué curioso ¿Es ese su verdadero
nombre?
Dr. Moustache. No
para nada
No hay modo de que use mi verdadero
nombre
Lo perdí hace muchos años
en un accidente
muy feo.
Camila Martí. Qué ingeniosa broma
perder el nombre en un
accidente (Pausa, sonríe. Todos los demás, serios.)
Dr. Moustache. No es broma. (Pausa.)
Delacroix. La señorita no conoce
nada sobre su pasado
Señor.
Dr. Moustache. Delacroix
qué va a pensar la chica
tutéame
como siempre haces.
Delacroix. Por supuesto
señor
qué estupidez la mía.
Camila Martí. (Avergonzada.) Perdone por lo que dije.
Dr. Moustache. (Menea la cabeza.) No pasa nada
Sólo que
tengo que buscar otra
copa
ya saben.
Dr. Moustache se acerca a una mujer feísima y sola que estaba pidiendo un trago al barman.
Señorito Martí. Y
yo tengo que ir
a arreglar un asunto
pequeño
pero delicado
que requiere mi presencia
una cuestión
de higiene
nada grave
una bobería médica
que necesito
atender
Enseguida vuelvo.
(Al salir, tropieza con un carrito de camarero con copas encima.)
Ay… (Mueve de lugar el carrito para que no moleste. Entonces sale.)
Delacroix. Me gustó mucho Lección de Suicidio creo que es su mejor
trabajo.
Camila Martí. Qué interesante
a mí también me gusta.
Delacroix. ¡No!
No entiende.
Yo creo que es
literalmente
su mejor obra maestra
No puede imaginarlo
señorita
he soñado este momento tantas veces.
Delegado Martí. Sobre el Dr. Moustache también
se han hecho buenas películas.
¿No has visto ninguna
Camilita?
Camila Martí. No estoy al tanto en el cine
de superhéroes Soy un poco más
cómo decirlo
frívola
si me entiendes.
Delacroix. Pero sus películas son
obras maestras.
Camila Martí. (A su padre, mirando a Moustache.) ¿Y qué es lo que ha hecho
Moustache
en el cine?
Delegado Martí. Todo empezó con
El Nacimiento del Dr. Moustache
el primer episodio de seis
que se han hecho
sobre su vida.
Camila Martí. Sí que le han sacado
provecho
¿No?
Delacroix. No se puede negar
Le hicieron
bastante bien
comercialmente hablando
Aunque ha terminado enfrentándose
con los productores
varias veces.
Camila Martí. A qué se refiere.
Delacroix. Cuando estaban
construyendo su
personaje
en el sexto episodio
querían quitarle el bigote para hacerlo
más atractivo
Qué
estupidez
cómo puede ser
el Dr. Moustache
si no tiene bigote
No es sólo un accesorio más
de su
traje y de su
identidad
Es necesario también para
su desenvolvimiento
psicológico
Es un arma.
Camila Martí. Cómo es eso.
Delacroix. El método del Dr Moustache
es imponer el poder sólo con
sugerirlo
Ser duro como el piso (da golpecitos en el piso con el pie)
sólo con la presencia Para eso
no se puede ser tan sensible
y se usan las gafas
de motorista (Se pone las gafas de motorista. Se las vuelve a quitar.)
Que esconden toda emoción
y el bigote
es para parecer
cabrón Hay
varios
tipos de bigotes.
(Se va colocando los mostachos postizos según los menciona. Para los últimos bigotes su voz va siendo cada vez más seductora.)
El bigote de guapo
El bigote poblado
El bigote candado
El bigote discreto
El bigote dandi
El bigote galán
El bigote encantador
El bigote de amor
Delegado Martí. (Carraspea.) Hay muchos bigotes.
Camila Martí. Pero el piso está
en el piso Hay que bajar
la cabeza para mirarlo
Sin embargo
las nubes…
Delegado Martí. En tiempos del Dr. Moustache
hubo otro superhéroe
El Hombre Pájaro
que atacaba desde el aire
No logró mucho
Pereció cuando se enfrentaban juntos
a Marlo Kartidam.
Delacroix. El bigote fantasma
El bigote sutil
El bigote invisible
El bigote sólo de nombre
El bigote de piel
Camila Martí. Bueno
supongo que siendo uno esto de superhéroe
no puede aspirar
a verse cómodo al mismo tiempo.
Delacroix. El bigote infantil
El bigote de bufo (para engañar)
El bigote payaso
El bigote Dalí
Y a este le dicen el bigotico
O el bigotito y también
el bigotucho
según la región geográfica.
Vuelve Moustache, ya bastante borracho. Empuja, juguetón, el carrito de camareros con el que había tropezado el Señorito Martí. Termina por colocarlo en el mismo lugar donde estaba antes.
Camila Martí. (A Moustache.) ¿No habrá trabajado
usted
en alguna de las películas de superhéroes
que hizo el grupo de arte Salame?
Dr. Moustache. El episodio VI
el último Un bodrio del tamaño de esta casa (Menea la cabeza.)
Esos no sabían
nada
de
nada
Para mí fue el peor
episodio y me pagaron
una miseria
Además de que trataba
mi último enfrentamiento
con el Duque Villon
y yo quedaba ridículo
Qué episodio tan espantoso.
Delacroix. El bigote de cepillo que no gusta mucho
A este le dicen el bigote de perfil
El bigote vertical
El bigote Nietzsche
El bigote Molière
El bigote Morse
Camila Martí. (A Moustache.) ¿Y ahora está
trabajando en algo?
Dr. Moustache. (Ríe.) Ahora mismo
Ahora ahora
No
Estoy
cómo decirlo
tomando un descanso
Odio esa pregunta
Todas las hazañas de Moustache
han quedado en pretérito
por suerte pero
por desgracia
para los productores. (Ríe.)
Camila Martí. Qué interesante todo
cuánto me dice.
Delacroix. También existen las batas
El carro médico
Las gafas modelo de lágrima
Los guantes de látex
Las jeringas
Los inyectores de cloroformo
Camila Martí. Por ejemplo
se me ocurre que le podría
sacar mucho provecho
artístico
quiero decir
Ya bastante manipulación
política y comercial
ha sufrido su nombre durante toda su vida
En cambio podríamos
subvertir eso Podríamos
hacer la película que Moustache
realmente quiere hacer
sobre sí mismo
Interpretado por el Dr. Moustache mismo
con las escenas cotidianas
que conforman su vida
¿No le interesa
la idea? Se la propongo y póngase a pensar
en ello.
Dr. Moustache. (Ríe.) Pues no sé qué decir.
Delegado Martí. Es una idea
tan excelentísima
Yo podría ayudarte
Mi hija
tengo
algunos conocimientos
dramáticos.
Delacroix. Camila Martí una película contada por el Moustache
actual
sobre sí mismo
Moustache no puede contar
ni las copas que se toma.
Camila Martí. Es sólo una propuesta. (A Dr. Moustache.)
Sería bueno que usted eligiera
cómo le gustaría ser
recordado
Con qué hazaña con qué nombre
(mirando a Delacroix) con qué bigote
con qué gafas
Sobre todo el por qué se sacrifica
sin fines de lucro
Eso nadie lo sabe y seguro todos quieren saber.
Dr. Moustache. El por qué soy
lo que soy es un asunto que teorizo
muy poco
Si tengo que darle alguna razón
caería en la circunstancia
lo que tenía que suceder porque
tenía que suceder
no lo que escogí
y tampoco un don divino
Pudo haber sido yo
o él (Refiriéndose a Delacroix.)
Y conste
que sólo me hacen llamar superhéroe
por mi profesión
y no por mi naturaleza
pues no poseo ningún
superpoder.
Camila Martí. Cada vez me gusta más
la idea
Podemos comenzar desde ya
Aquí tiene mi teléfono.
Camila le da una tarjeta. Moustache intenta agarrarla pero se le cae. Recoge la tarjeta, la mira, lo piensa.
Dr. Moustache. No creo que mi vida de ahora
tenga algo para qué ser recordado
De todas formas
le respondo
con una respuesta tajante
Está bien por qué no
Aquí tiene el teléfono mío
Esto
de
las
tarjetas
me pone nervioso. (Le da una tarjeta blanca con una cruz roja.)
Camila Martí. Una crucecita roja
es muy ingenioso
Dr. Moustache. Le gusta
Aquí tiene
otra.
Camila Martí. Dos tarjetas
(Se encoge de hombros)
gracias.
Delegado Martí. La cruz roja es para llamarlo Se usa
o se usaba
la cruz roja siempre en el cielo
contra las nubes
para pedir su asistencia
Hace más de diez años
que no aparece.
Camila Martí. ¿Desde el último
ataque?
Dr. Moustache. (Bebe.) Hace tanto tiempo
que ya nadie la espera. (Apuntando al cielo.) Si aparece allá arriba de pronto la insignia
de la cruz roja para llamarme
sería algo así vaya
una cosa
tan fuerte. (Quedan mirando el cielo, casi con terror. Se escucha la música. Dr. Moustache baja la mirada. Bebe.) Estoy retirado
Sólo me llamarían
si Villon atacara de nuevo.
(Bebe todo lo que le quedaba.)
Entra Miguel, apurado.
Miguel. Señor.
Dr. Moustache. Miguel antes de que digas nada
quiero presentarte a una nueva
amiga (A Camila Martí.) ¿Cuál era tu nombre
de nuevo?
Camila Martí. Camila Martí.
Miguel. Ya nos conocemos señorita Yo cargué
sus maletas antes
Soy el botones del hotel
donde se hospeda.
Dr. Moustache. Ha sido mi ayudante durante quince o veinte
años.
Miguel. Dieciocho años.
Dr. Moustache. Estuvo presente en los momentos más duros
del terrorismo.
Miguel. Doctor
tengo una noticia importante.
Dr. Moustache. Miguel vino conmigo a trabajar
como botones en el hotel.
Miguel. Doctor.
Dr. Moustache. Aunque en realidad no le hace
falta
Le pago bien
bastante bien por ser mi ayudante.
Camila Martí. ¡Qué interesante todo
lo que me dice!
Miguel. Señor
Tengo que darle la noticia.
Dr. Moustache. Pues suéltala.
Miguel. Es privada.
Dr. Moustache. Delacroix y Camila son
de la familia no
te preocupes. (Pausa.)
Miguel. Están llamando desde La Habana. (Mira a los demás.)
Villon ha tomado de rehén
toda la sección sur
de la ciudad.
Dr. Moustache. (Ríe.) De qué hablas.
Miguel. No han podido proyectar la señal de aviso
porque está descompuesta
Pero me han llamado a mí
en privado
como usted
ya
sabe. (Pausa larga.)
Dr. Moustache. Miguel
qué broma es esa
estamos
de fiesta.
Miguel. No es broma (Pausa)
Lamentablemente. (Pausa.)
Dr. Moustache sonríe. Se pone serio.
Dr. Moustache. Supongo que
Miguel. ¿Sí
señor?
Dr. Moustache. Dame
las coordenadas.
Miguel. Toda la sección Sur
de La Habana.
Dr. Moustache. En La Habana. (Asiente con la cabeza, se pone un mostacho tipo candado.) ¿Tienes aquí el carro médico?
Miguel. Sí
señor y aquí está
su bata. (Moustache se pone la bata mecánicamente.)
Y sus gafas. (Moustache se pone las gafas. Pose superheroica. Los presentes se han dado cuenta, se reúnen curiosos a su alrededor, creyéndolo un juego.)
Camila Martí. (A Dr. Moustache.) ¿Se va?
Delacroix. (A Camila, en voz baja.) En estos momentos
nunca hay tiempo
para despedirse.
Dr. Moustache. (A Miguel.) ¿Cómo luzco?
Miguel. De miedo
señor.
Dr. Moustache. Perfecto
Ahora me largo
Tengo
que curar a la ciudad del
Duque Villon.
Moustache blande la bata y desaparece, ante la sorpresa de los curiosos, que aplauden como si se hubiese tratado de un espectáculo. Camila también aplaude, sonriendo.
3.
Delegado Martí, Camila Martí y Delacroix en la habitación del Dr. Moustache. Juegan cartas.
Delegado Martí. Ya estoy
cansado
no juego más.
Delacroix. Porque siempre
pierde. (Camila ríe.)
Delegado Martí. No seas insolente
muchacho
Es que no puedo concentrarme
porque
porque no puedo
Horita me tomé un antihistamínico
este frente frío me da coriza.
Camila Martí. Pero si hay
buen tiempo. (Abre las ventanas, entra el sol.)
Aquí hace falta limpiar
un poco
Huele a húmedo y está todo
tan descuidado.
Delacroix. No lo esperarías del
Dr. Moustache.
Camila Martí. Pues en realidad sí. (Se pone a recoger.)
Delegado Martí. Camila
deja eso qué
haces
Te has vuelto loca
hija mía
Suelta esos zapatos
la peste que tienen. (Camila no para de ordenar las cosas. Martí se le acerca.)
A ver déjame
tomarte la temperatura. (Le toca la frente.) Tienes fiebre necesitamos
un médico.
Camila Martí. Tienes razón papá
voy a tomar una ducha fría.
Delegado Martí. No
Ya te has dado tres
duchas frías
hoy en el baño
del Dr. Moustache.
Delacroix. Señor Martí
tampoco es lo peor
Yo he tenido
varias veces la necesidad
de ducharme en este cuarto de baño
y no ha sido
particularmente desagradable.
Camila Martí. (A Delacroix.) Eso mismo digo yo
¿No es
verdad?
Delegado Martí. Ni siquiera sé
por qué seguimos aquí
Moustache no va a entrar por la ventana
podemos esperarlo en el lobby del hotel.
Camila Martí. ¿No prefieres en
el camino
con la vista
hacia el horizonte?
Delegado Martí. Prefiero en mi casa
esperando que Miguel me avise.
Camila Martí. Hace tres semanas no sabemos
nada del Dr. Moustache
¿Siempre
es así?
Delacroix. El método de Moustache
es llevar a su contrincante a lugares
no poblados
para evitar
civiles heridos.
Delegado Martí. Moustache ha tenido mala experiencia
con eso
Fue ese
el motivo real de su retiro
Había provocado muertes inocentes
y daños colaterales
graves
Las autoridades no lo encarcelaron
a cambio de que se retirara para
siempre
Pero por las cualidades cabronas
de Villon
acordaron que el día que apareciera lo volverían
a llamar.
Delacroix. Villon busca venganza
por esos
brazos que perdió.
Camila Martí. ¿Si Moustache
muere
Villon no ataca más?
Delacroix. Es lo que Villon quiere
que creamos
que lo único que le importa es
que ajusticien
a Moustache
como corresponde
supuestamente
o que dejen ejecutarlo a él mismo Pero una vez con Moustache
muerto
quién va a defender a la ciudad de Villon.
Camila Martí. No se puede saber
si Villon
cumplirá su palabra.
Delacroix. No se puede saber
Es el dilema
del Dr. Moustache.
Camila Martí. Entonces siempre
se demora así.
Delacroix y Delegado Martí se miran.
Delegado Martí. Moustache
todavía está vivo
de lo contrario
el Duque Villon habría contactado ya para
declarar su victoria
o intentar hacer posesión de la ciudad. (Pausa.)
Camila Martí. ¿Seguro?
Delegado Martí. No
Pero no me puedo dar el lujo
de estar pensando en Moustache
las veinticuatro horas
Tengo otros asuntos que resolver
Me largo
Si llega
vayan a avisarme
Les recomiendo que cojan
un poco de sol vayan a la playa despejen
por un rato
De nada sirve esa preocupación
El stress es bastante nocivo
para la salud
Lastima
la higiene
quiero decir. (Sale.)
Delacroix. Tiene razón
de nada sirve. (Se prepara un trago.) Toma
un
traguito.
Camila Martí. (Se encoge de hombros, toma el trago.) Qué crees tú de esto.
Delacroix. De qué.
Camila Martí. Este asunto de que
Moustache sea o no
el motivo de los ataques de Villon.
Delacroix. ¿Me estás preguntando
si creo
en el Dr. Moustache?
Claro que creo.
Camila Martí. Eso es bueno. (Bebe hasta el final.)
Delacroix. Bebe más.
Camila Martí. Gracias.
Delacroix. De nada sirve preocuparnos.
Camila Martí. No. (Bebe.)
Delacroix. Después podemos ir a los
dienteperros.
Camila Martí. No voy desde que era
chiquitica.
Delacroix. Uno tiene que hacer las cosas
que quiere hacer
siempre que pueda hacerlas
porque la vida es corta y fea
El tiempo se te acaba
sin que te des cuenta. (Pausa.)
Camila Martí. Qué quieres decir.
Delacroix. Nada cosas del
Dr. Moustache
Bebe otro poquito. (Le sirve.)
Camila Martí. No quiero
emborracharme. (Pausa. Bebe.)
Delacroix. (Suspira hondo. Sonríe. Mira por la ventana. Se vuelve.) Está lindo
el día de verdad.
Camila Martí. No sé
Yo lo dije para fastidiar
a mi papá.
Delacroix. Pero sí
Mira
Está lindo
Y desde aquí podemos
sentir el olor de las uvas caletas. (Mira por la ventana.)
Camila Martí. (Mira por la ventana.) Hay oleaje
en el mar.
Delacroix. Este viento que entra
es rico
y es bueno. (Pausa.)
Camila Martí. Ya me está haciendo efecto
el vodka.
Delacroix. ¿En serio?
Camila Martí. Sí. (Asiente con la cabeza. Ríe.)
Delacroix. El vodka ayuda a ser feliz
empuja a la felicidad.
Camila Martí. (Se parte de la risa.) ¿Eso también es
del Dr. Moustache?
Delacroix. Sí
cómo
lo sabes. (Camila se pone seria. Se encoge de hombros.)
Camila
sé que no es el mejor momento
pero…
Camila Martí. El qué.
Delacroix. ¿Te he dicho
que me gusta mucho tu obra?
Camila Martí. Sí
me lo has dicho
repetidas
veces.
Delacroix. Yo también sé de cine.
Camila Martí. Ah sí.
Delacroix. He estudiado
por ejemplo
la luz que te cae ahora
te hace
ver muy bonita.
Camila Martí. Ah
sí
ya veo
que sabes de cine.
Delacroix. Eso de que el viento te
bata el cabello (le acaricia los cabellos a Camila)
es muy cinematográfico.
Camila Martí. En el cine ponemos
un ventilador.
Delacroix. Y tus ojos
y tus labios
son muy cinematográficos. (Pausa larga. Delacroix acaricia las mejillas y los cabellos de Camila.) Eres muy cinematográfica
en general ¿no has considerado
ser actriz?
Lucirías bien
fotogénicamente hablando.
Camila Martí. (Nerviosa.) Gracias.
Delacroix. Creo que tienes algo
aquí.
Camila Martí. Dónde.
Delacroix. Aquí. (Se le aproxima, le mira de cerca los ojos.)
Eres tan buena.
Camila Martí. A qué
te refieres
profesionalmente o que tengo
buen corazón.
Delacroix. Ambas cosas
Todo es lo mismo
Eres buena
en general
y
en particular. (Intenta besarla.)
Camila Martí. (Huye.) Dios santo.
Delacroix. A dónde vas.
Camila Martí. Nunca me imaginé
Delacroix. Muero por besarte
Me muero
por
besarte.
Camila Martí. Déjame.
Delacroix. He soñado contigo desde la primera
vez que vi una película tuya.
Camila Martí. Por favor.
Delacroix. Eres tan buena
tan bonita
profesionalmente
y de corazón
Mírame a los ojos
mírame
Camila Martí. No.
Delacroix. Mírame Camila
¿has visto a alguien
tan enamorado
como yo?
Mírame
(Agarra a Camila por los brazos. Camila lo mira a los ojos. Pausa larga. Se miran.)
Me he hecho
tantas pajas
viendo tus películas.
Camila Martí. Dios
Santo. (Huye.)
Delacroix. Me vine
sin tocarme
el día que vi
Lección de Suicidio.
Camila Martí. Delacroix
no es
un buen momento.
Delacroix. Puedo sentir tu olor aunque estemos
lejos en la misma
habitación.
Camila Martí. Estás loco.
Delacroix. Claro que sí
como en las películas
estoy loco
Se lo hago
todos los días a mi almohada
mientras leo tu currículum vitae.
Camila Martí. (Grita.) Ah
Socorro (Corre hacia la puerta, pero en ella está el Dr. Moustache, ensangrentado de pies a cabeza. Tiene barba. Camila grita más fuerte aún.)
Ahhhhhhhh (Se detiene. Pausa. Grita.)
¡Es el Doctor Moustache! (Corre hacia Moustache, lo abraza, le corren las lágrimas. Euforia. )
¡Está vivo está vivo
está vivo el Doctor
está vivo!
¡El Dr. Moustache está vivo
está vivo!
(Corre con las manos en alto, gritando y llena de lágrimas de felicidad.)
¡Vivo!
¡Vivo!
¡Vivo!
¡Vivo de verdad!
¡De verdad que está vivo!
¡Vivo!
¡Vivo!
¡Vivo de verdad!
¡Vivo!
¡Vivo!
¡Vivo!
Delacroix. ¡Señor!
Dr Moustache. (No se le entiende.) No te quedes ahí
perro insolente dame agua.
Delacroix. (Nervioso, busca vodka.) Tome. (Le tiende un vaso de vodka. Dr. Moustache lo bebe hasta el fondo. Cae contra el piso duro.)
Camila Martí. ¡Hay que lavarlo
y curarlo! (Se sobresalta, pensando en lo que acaba de decir. Abraza a Delacroix, contenta. Delacroix se pone sus gafas oscuras.)
¡Qué feliz estoy!
¡Qué lindo huelen
las uvas
caletas!
¡Qué bello es todo!
¡La vida es tan maravillosa,
Delacroix!
¡La vida es grande
Y hermosa y se expande
cada vez más!
¡Hay que lavarlo
y
curarlo,
Delacroix!
¡Está vivo!
4.
Lobby de hotel. Delegado Martí preside una asamblea. De pie, reunidos alrededor del bar, vecinos de Guanabo, los mismos que conformaban la fiesta de la segunda escena. Entre el público, Dr. Moustache, con un bigote dandi y gafas oscuras.
Delegado Martí. Vecinos y amigos Cuando Moustache
apareció por la puerta de mi casa
no me dijo
buenos días
ni me dijo
buenas tardes
y tampoco
qué tal estás Delegado Martí
querido
no
Moustache fue directo
Sabía cuál era el saludo
que nos iba a traer
la tranquilidad
y la
felicidad
al pueblo de Guanabo
Moustache dijo (Pequeña pausa.) Villon está muerto (Aplausos.)
Por primera vez en diez años
vamos a retirar a los centinelas
que teníamos observando
los caminos y el cielo
por si quería de pronto hacer aparición
en nuestra escena
ese Duque cobarde (Aplausos.)
Estamos aquí reunidos personalidades de Guanabo
artistas
vecinos
el pueblo todo
para celebrar la victoria sobre el mal
para agradecer a nuestro héroe
y homenajearlo como merece
Esto que traigo es una propuesta
que tenía elevada desde hacía un tiempo
Pero nunca había exigido su respuesta con tanto gusto y demanda
como ahora
Tenemos para el Dr Moustache en el día de hoy
Su diploma
de Vanguardia Nacional. (Aplausos. Sobre los aplausos.)
¡Ven a recibirlo
querido!
Dr. Moustache avanza tambaleante hacia Delegado Martí. Tropieza, tumba unas copas.
Delegado Martí. (A alguien al lado.)
¿Está borracho? Ya le daré el diploma después No lo dejen venir
Deténganlo.
Dr. Moustache. Querido Martí
no te exaltes sólo voy a decir
unas palabras
no seas bruto. (Risas.)
Delegado Martí. Adelante.
Dr. Moustache. No significa nada en realidad.
Delegado Martí. Entiendo
Hable.
Dr. Moustache. (Pausa.) No no no no
A lo que me
refiero es a que no se le tiene que dar la menor importancia
Es insignificante
Un cero a la izquierda
Una ámpula
vacía
Un pelo de menos. (Pequeña pausa.)
Delegado Martí. Hay personas que tienen muy poco pelo.
Dr. Moustache. Ahí va otra vez
Usted
definitivamente no entiende
en lo más mínimo.
(Menea la cabeza)
Yo
yo
Delegado Martí
he vencido al Duque Villon
Usted es sólo
un delegado
¿Cómo es que no concentra toda esa energía que no utiliza
para otra cosa
que no sea
no entender?
Delegado Martí. Aquí tiene el diploma.
Dr. Moustache. Esto servirá para limpiarme
Qué va
Es un papel muy duro
Ni para eso sirve esta mierda
Al pueblo le agradezco
Gracias pueblo
A usted
No sé
Es esa
Esa
No sé.
Delegado Martí. Bueno
de todas formas
no tiene que saber mucho
(Al público) Hoy tendrá lugar
en los jardines de mi
humilde domicilio
la fiesta de celebración…
Dr. Moustache alza las manos con violencia. Todos se asustan.
Dr. Moustache. Pero si no he terminado
Es inconcebible
Es una catástrofe
Si no he terminado cómo es
eso de que ya usted
proponiendo fiestas
Esa
mala
maña
de estar proponiendo tantas fiestas
Un cúmulo de fiestas como
si fuera de mierda
Un gran monto de materia fecal
con formato
de diarrea flojita
No lo entiendo.
Delegado Martí. Creo que usted no está
en las mejores condiciones (Al público.)
Pueden acercársele durante la fiesta y conversar
Dr. Moustache vuelve a alzar los brazos. Todos se asustan.
Dr. Moustache. No es tan difícil
Solo unas palabras
Delegado
Julio Martí Cano
querido
Lo que quiero decir es
realmente
breve
En primera
he aguantado la guataquería de este
pueblo mediocre
por más de diez años
Y ya estoy agotado
De tanto
Soportar
Esa
mala
maña
que tienen
El culo les hace pucheros
cuando ven a alguien medianamente
mejor que uno
Se les mojan las nalgas
Si hago aparición en cualquier
escenario
Tienen unos deseos
insaciables
de guataconear como un guajiro
de lambiarme el culo como si fuera
una chambelona
de lavarme los pies
y beberse el agua sucia Qué ocurre
con ustedes
Soy un superhéroe Soy
el Dr. Moustache
Ustedes me tratan como si fuera
un cabrón actor
de circo
qué cosa es eso.
Delegado Martí. Moustache
date cuenta de lo que dices me parece
que
Dr. Moustache. Cállate (A todos)
Cállense de una vez
Dejen hablar en algún momento
de sus vidas
al Dr. Moustache
Me dan tanto asco
No hay nada bueno que esperar de este antro decadente
Lleno de actores de
segunda
El Duque Villon no está muerto
en el Parque Lenin
donde lo enfrenté hasta vencerlo sin comerla ni beberla
Sino que está aquí entre nosotros
permanente como el plástico
y por lo que veo no se va a ir nunca
Nunca Definitivamente nunca (Bebe)
Caramba (Bebe más)
Concho (Bebe aún más) ¡Lo único
que sirve de ustedes
es la cerveza! ¡Y para eso!
Camila Martí. Doctor.
Dr. Moustache. ¡Déjame terminar! (Pequeña pausa. Al público.)
Miren a Camila Martí
esa pobre sabandija
su padre le pagó los estudios
las producciones de sus películas
las promociones
que se le hicieron a sus películas
y hasta las buenas críticas
Todo para aligerar el trauma que le causó
cuando niña
Ahora hay gente imbécil que le lambia el culo continuamente
como el imbécil de mi ayudante
bueno para nada
ese grandísimo imbécil mediocre
Juan Pablo de la Cruz. (Señalando a Delacroix.) ¡Tú estás muerto
hijo! Estás más muerto que una papa enferma
Eres inerte
como una piedra Tus veinte años están podridos
en debilidad
No sirves ni para tomar la presión
Deberías estudiar para custodio
no
para superhéroe
Tendrías un gran éxito como CVP
Te lo aseguro
Insolente
He notado que te gusta oler
mi ropa interior
y la ropa interior
de Camila Martí
sólo porque es más famosa
que tú
No sé cuál es el complejo
Si es porque eres negro o es que eres
homosexual reprimido
maricón hasta la garganta
Pero eso de enamorarte de ese engendro
aunque esté buena
está de pinga
como para dársela toda bien duro
hasta el final
Una lástima que tenga la gama intelectual de una
lagartija
Una pena que si se traga un mosquito haya
más cerebro
en su estómago
que en la cabeza.
(Camila sale, sonriéndole a los demás.)
Es denigrante vaya es
lo último
el colmo
El único que posiblemente aquí sirva para algo
es Miguel
Y no quiero decir por qué
O bueno
sí
No
Bueno
Miguel
Bah
Otro lameculo
Uno de los grandes
El más grande
porque lambia mi culo
y el de todos los demás
compulsivamente
Ahora
Váyanse de este hotel (Bebe.)
Voy a dormir
me tomé
un ketotifeno
antes de darme
estos tragos.
Dr. Moustache sale. Cojea de una pierna. Todos se quedan inmóviles en el lobby de hotel. Pausa larga.
Delegado Martí. Sólo me resta
agradecerles su presencia e invitarles a la celebración
que tendrá lugar esta noche
en los jardines de mi humilde domicilio. (Aplausos.)
5.
Fiesta en celebración del triunfo del Dr. Moustache. Idéntica a la segunda escena. El carrito de camarero con copas encimas está justo donde lo dejó Moustache. Música de jazz. Delacroix y Miguel conversan. Delacroix usa un bigote “Groucho Marx”.
Miguel. Oye te he visto.
Delacroix. ¿Hablas conmigo?
Miguel. Ándate con cuidado.
Delacroix. ¿Hablas
conmigo? (Se vuelve para ver si es con alguien más.)
¿Te diriges a mí?
Miguel. No te hagas el sueco
Te estoy diciendo a ti
mismo
que te andes con cuidado
Te he visto.
Delacroix. No entiendo lo que
dices
no sé si es que la música está muy
alta o será
que he bebido mucho.
Miguel. (Se le acerca.) Te tengo los ojos clavados
Mi consejo es este
no te confíes.
Delacroix. No bebas tanto
Miguel.
Miguel. Te lo digo
Es hora de mirar
por encima del hombro.
Delacroix. De qué hablas.
Miguel. Eres
demasiado insolente.
Delacroix. Vamos
Hombre
deja eso
Baila. (Baila.) Vamos.
Miguel. Yo no sé bailar
No me interesa.
Delacroix. (Baila.) ¡Baila! (Ríe.)
Miguel. (Niega con la cabeza.) Yo no bailo
Pero ya te digo
el horno no está para
galleticas.
Aparecen Camila Martí y el Señorito Martí.
Delacroix. ¡Eh! (Besa la mano de Camila.)
Miguel. (Al Señorito Martí.) ¿Ya está bien
señorito?
Señorito Martí. ¿Me preguntas por
la ciática
o
la gastritis avanzada?
Miguel. Me refería a esa
neumonía aguda.
Señorito Martí. Ah
No tan mal
ha pasado
a ser severa pero no seguirá
empeorando
Ahora lo que me molestan
son estas hemorroides
Igual he venido a presentar mis congratulaciones.
Dónde está el señor Moustache.
Miguel. Indispuesto.
Camila Martí. ¿Algún
percance?
Miguel. Ya sabe
señorita
el Doctor ha regresado
bastante malherido
El tratamiento con
destropropoxifeno
ibuprofeno
ketotifeno
y también con
penilicilina
le provocan un estado de languidez
que no le permiten ánimos
para fiestas.
Camila Martí. Ah.
Delacroix. Para qué querías
al Doctor Moustache.
Camila Martí. Nada
No sé
Cosas
asuntos profesionales
Sobre la película.
Cambian la música.
Delacroix. Me encanta
esa pieza. (Baila. A Camila.) Camila vamos
a bailar.
Camila Martí. No gracias.
Delacroix. Cómo que no
gracias.
Camila Martí. No me apetece.
Delacroix. No tienes que tener apetito ninguno
no se come.
Camila Martí. No tengo ganas
de bailar.
Delacroix. Vamos.
Camila Martí. No
estoy en lo mío.
Delacroix. Te lo pierdes.
Camila Martí. (Se encoge de hombros.) Aquí estoy bien.
Delacroix. (Para de bailar. Pequeña pausa.)
¿Y tú
Martí
quieres bailar?
Señorito Martí. No Jean pero gracias.
Delacroix. ¿Y tú Miguel?
Miguel. Ya te dije que no bailo
en lo absoluto.
Delacroix. ¿Qué les pasa a ustedes?
(Baila él solo. Los demás lo contemplan en silencio.)
Camila Martí. (A Señorito Martí.) No sabe bailar. (Ambos ríen.)
Miguel. (A Camila.) Parece un baile de esos
judíos
cómo se llaman.
Señorito Martí. Está oso.
Miguel. Es un francés.
Camila Martí. Qué va
No tiene
sandunga ninguna.
Delacroix. ¿Qué?
Camila Martí. Nada
miramos que bailas.
Delacroix. Ya. (Sigue bailando.)
Aparece un tipo alto con sombrero de copa y esmoquin.
Señorito Martí. Camila
mira a aquel la pinta que tiene.
Camila Martí. ¿Es de por aquí?
Miguel. Nunca lo había visto
antes
Qué
extraño.
Señorito Martí. Se parece al Conde Drácula.
Miguel. Debe haber creído que esto era
una fiesta de disfraces.
El tipo se acerca.
Tipo. Hola.
Miguel. Hola
señor.
Señorito Martí. Eh.
Tipo. Cómo se dice
sí
la música está
sabrosa. (Pausa.)
Camila Martí. ¿Perdón?
Tipo. Lo que quiero decir es que
se nota que el ambiente está
chévere. (Pausa.)
Señorito Martí. Gracias
señor.
Tipo. De nada. (Mira a su alrededor. Mira a Delacroix.)
Parece contento ¿están
celebrando algo?
Camila Martí. La derrota del
Duque Villon.
Miguel. Al fin hemos salido
de esa escoria.
Señorito Martí. Por cuenta del estrés
ante la amenaza
desarrollé dos úlceras.
Camila Martí. Dr. Moustache derrotó por fin
a ese cobarde
Me imagino que haya escuchado la noticia
si está aquí presente
y si es vecino
de Guanabo
Señor…
Tipo. No
no soy
vecino de Guanabo
Y tampoco sabía de esa noticia
Mi nombre es Villon
Dandi
Maximiliano
Villon
Pero pueden llamarme Max. (Pausa.)
También soy Duque
pero no se preocupen por títulos.
Martí, Camila y Miguel se echan a reír. Delacroix se acerca, bailando.
Delacroix. Hola
señor ¿quiere
bailar? (Pausa. El tipo lo piensa.)
Tipo. En realidad he venido por otros
asuntos
estoy buscando
al Dr. Moustache.
Señorito Martí. Jean
el señor dice que es
el Duque Villon.
Delacroix. (Para de bailar.) ¡Duque Villon!
Qué gran honor recibirlo. (Hace una reverencia. Lo mismo hace el tipo.)
Qué bien que ha decidido
venir
a la celebración
de su propia derrota.
Tipo. Gracias pero no tengo
tiempo
estoy buscando
al Dr. Moustache.
Miguel. El señor está
indispuesto ¿Desea dejarle
algún recado?
Tipo. Indispuesto dónde he venido para acabar con él.
Delacroix. Relájese
Disfrute.
Tipo. Lo único que quiero es acabar con
Moustache
y así toda La Habana
y todo
el Distrito de Guanabo
quedarán libres
de esas tensiones
que dicen
Sólo quiero justicia
Moustache ha cometido crímenes
varios
y necesita recibir su castigo.
Delacroix. Vamos
Duque
deje el mal humor
Tome un traguito.
Tipo. Como siempre
digo
no es que yo sea malo
Ya estoy
viejo
y he pagado
mis injurias
Pero no puedo dormir tranquilo
poner la cabeza en la almohada y dejar
flotar mis pensamientos
si el Dr Moustache
vive y camina entre gente inocente
a la que pueda
resultar nociva.
Camila Martí. ¿El Dr. Moustache
nocivo?
Eso no se lo ocurre ni al
verdadero Duque Villon.
Tipo. Usted
no sabe nada de la historia de Moustache
señorita
Pero preguntémosle a su ayudante.
¿Te trata bien el Doctor? ¿Aprendes con él?
Delacroix. No podría
tratarme mejor
No pasa un día en el que no haya aprendido
algo al lado del Dr. Moustache
Pronto podré utilizar mi propia identidad
superheroica.
Señorito Martí. Moustache es el médico más importante
en Guanabo
Salvar vidas para él
es una banalidad.
Tipo. Sí
Está bien
Les creo
Pero me parece que les iría mejor
con una enfermera. (Pausa. Ríe.)
Miguel. Señor
se ha
excedido
un poco.
Tipo. ¿Solo un poco?
Miguel. Se ha excedido
bastante.
Delacroix. No te pongas así
Miguel
está interpretando su papel.
Tipo. No estoy interpretando nada
Por qué se empecinan
Yo soy
el Duque Villon.
Delacroix. (A Miguel.) Ves
Se lo tiene tomado
en serio.
Tipo. Porque en serio que soy
Camila Martí. A Villon le faltan
los brazos y usted los tiene
y los menea como si nada.
Tipo. Estos me los implanté
hace poco
Gracias a ellos fue que pude salir
y secuestrar
rehenes porque antaño
me acomplejaban
los muñones al aire.
Señorito Martí. No lucen tan
mecánicos.
Tipo. Vaya
No me haga enseñárselos
no le digo
que es un tema que me afecta un poco.
Miguel. Yo lo veo muy tranquilo.
El Duque Villon estaría
masacrándonos
Usted en cambio de esmoquin
siendo tan caballeroso
tan distinguido
tan dandi.
Tipo. Soy duque
después de todo
No sé de dónde han salido esas
leyendas ominosas
sobre mí
Además tomé dos tabletas de
Diazepam hace poquito.
Camila Martí. Bueno
Max (guiñándole un ojo a Miguel)
cómo sabías que Moustache estaba en Guanabo
Y qué haces aquí si se supone
que el doctor te venció
En el Parque Lenin
¿Eh?
Tipo. Jum
Te crees una niña inteligente
Pero eres más bien lenta
Nadie acaba nunca
con el Duque Villon
Moustache estuvo huyendo como una
sabandija
las tres semanas que estuvimos
en el Parque Lenin
No se parecía al Moustache
que conozco
Este tipo era un viejo pellejo
Pendejo
Supongo que yo también
Tenga mis años
(A Camila.) Puedo ser con tranquilidad padre
de alguno de ustedes
En el parque Lenin
Tuve que fingir una trombosis
y hacerme el muerto
para que Moustache se acercara
Me revisó los signos vitales
y creyó que realmente yo la había palmado
En lugar de enterrarme
o de cortarme la cabeza
como hacen los buenos
guerreros
se escapó corriendo hacia su
asquerosa madriguera
Yo le seguí en silencio
me escondí por unos días
y aquí estamos
Me dicen
dónde está.
Miguel. ¿Por qué
se lo diríamos?
Tipo. No se dan cuenta
Les van a hacer un favor si finalmente
ese animal con bata es triturado en pedazos. (Pausa.)
Camila Martí. No hay quien
te crea eres
menos orgánico que un parte meteorológico. (Pausa.)
Tipo. Concho me lo imaginé
Sabía que esto tenía que hacerlo tarde
o temprano.
El tipo se arranca el esmoquin de golpe, tiene dos brazos de metal. Gritos de parte de los invitados. Camila Martí, espantada, sale corriendo. Miguel no se inmuta. Delacroix se pone en guardia.
Delacroix. Cabrón.
Duque Villon. No quiero que haya escándalo
he venido
en paz estoy cansado
de fajarme una y otra vez
sólo quiero
que se haga justicia.
Miguel. ¡Desalojen la casa! (Todos corren. La música de jazz no se detiene.)
Duque Villon. Estoy confundido
por el diazepam
He venido a proponer un negocio.
Señorito Martí. Caracoles.
¿Somos rehenes?
Duque Villon. No pasa nada
Están todos sin peligro
¿Por qué no acaban
de prestarme atención?
Delacroix. (A los invitados.) No le hagan caso ese es su método
En cambio
el método del Dr Moustache
Duque Villon. Qué método
de qué
Moustache es un
comediante
Por una vez
aunque sea sólo por una vez
permítanse escuchar
otras
voces.
Música apoteósica, relámpago y trueno. El Dr. Moustache hace aparición. Está en el segundo piso, en una pose superheroica, con bigotes de motorista, gafas de motorista, bata médica.
Dr. Moustache. ¡Eres la enfermedad
de la existencia
Duque Villon!
¡Aléjate de los míos!
Duque Villon. Ahí estás
pendejo
He venido a proponer un negocio
Pacífico al pueblo
de Guanabo.
Dr. Moustache. Este es
tu negocio.
Dr. Moustache blande la bata y desaparece. Aparece detrás de Villon, le salta encima con una jeringa y lo inyecta. El Duque grita, lanza al Doctor fuera de escena, blande su capa, desaparece y aparece en el segundo piso. Señorito Martí, recostado a una columna, con un fuerte ataque de tos. Delacroix, en guardia, no se decide a hacer nada. Miguel guía a los invitados para que salgan corriendo.
Duque Villon. No corran
Es un chénchere por chénchere
pacífico
Sólo quiero
la muerte del Dr Moustache.
Dr. Moustache. (Apareciendo.) Aquí estoy
cabronazo.
Dr. Moustache corre hacia Villon, salta sobre él, le lanza gas cloroformo. Villon blande su capa y desaparece. El gas se esparce y provoca el desmayo de Miguel y Delacroix. Señorito Martí aún con ataque de tos. Llueve un monto de granadas villonas.
Duque Villon. (En off.) ¡Aquí tienes
un regalito
Doctor
Pronto nos volveremos a ver!
Dr. Moustache. ¡Salgan todos
esto
va a explotar! (Salta sobre los cuerpos de Delacroix y Miguel. Los carga. A Señorito Martí.) ¡Huye!
Moustache sale con un supersalto, cargando a Miguel y Delacroix en los hombros. Martí, indeciso, se mueve de un lado a otro, hasta que decide correr para salir, pero tropieza con el carrito de camarero con copas encima.
Señorito Martí. Ay
coño
mis hemorroides.
Las granadas explotan. Derrumbe. Polvo. Pausa. Cuando el polvo se disipa, se ve al Delegado Martí sobre el cuerpo del Señorito Martí.
Delegado Martí. Mi hijo
Mi
hijo
Qué horror
Qué
Espanto
Auxilio
Un médico.
Señorito Martí. (Escupiendo sangre.) Papá
no me sacudas así
que me duele.
Delegado Martí. Hijo mío
Qué te ha
pasado
Qué haces así
Qué enfermedad te ha caído.
Entran Camila Martí, grabando con una cámara de video, Delacroix y Miguel, tosiendo y tambaleándose. Rodean a Delegado Martí y su hijo.
Camila Martí. Ha quedado mejor
que si lo hubiéramos
preparado
¿Hay algún
herido?
Delacroix. ¿Esa es una Panasonic?
Camila Martí. Una Panasonic digital
3CCD.
Delacroix. Yo prefiero el modelo
antiguo.
Camila Martí. Cuál.
Delacroix. El de antes. (Asiente con la cabeza.) ¿Todavía está
vivo?
Señorito Martí. Me muero
Déjenme
respirar.
Delegado Martí. (Poniéndose en pie.) Apártense.
Señorito Martí intenta respirar, se desmaya.
Delegado Martí. Se ha desmayado
Virgen
de la Caridad Aquí hace falta un médico
Un médico
Un
Médico.
Dr. Moustache. (Hace aparición lentamente, sin gafas.) Yo soy
médico. (Camila Martí hace una contrapicada del Dr. Moustache.)
Yo
voy a salvarlo. (Pausa.)
Delegado Martí. Arriba.
Dr. Moustache. Voy
Hay que darle
boca
a
boca. (Le da boca a boca a Señorito Martí, que no reacciona.)
Tiene un paro
cardíaco
aléjense.
Todos se alejan. Dr Moustache da boca a boca a Señorito Martí y golpea con fuerza su pecho. Es el método de primeros auxilios elemental, muy mal aplicado. Camila continúa detrás de la cámara.
Delacroix. (A Camila.) Déjame ver esos planos
Es muy bonito ese panning
que haces
y también ese
traveling
Ese till up te ha quedado bien
Eres
tan buena camarógrafa.
Delegado Martí. Nadie rueda
como mi hija.
Delacroix. Te puedo ayudar a hacer
un dolly.
Camila Martí. Miguel
entra un poco más.
Miguel. Señor
qué cosa
es eso.
Dr. Moustache. No me digas
señor.
Delacroix. (A Camila Martí.) ¿Aquí
te hago sombra?
Dr. Moustache. (Boca a boca al señorito Martí.) A continuación creerán
ver (Da boca a boca al Señorito Martí)
un milagro. (Golpea.)
Delegado Martí. (A Miguel.) ¿Eso está bien? ¿Está bien eso que hace?
Miguel. Yo no sé nada
de medicina.
Dr. Moustache. Pero no es más
que el método
del Dr Moustache (Golpes. Boca a boca al Señorito Martí.)
Que salva al mundo de las enfermedades
y de la gente malévola (Golpes. Boca a boca.)
que son las enfermedades
del mundo. (Continúa.)
Camila Martí. Delacroix
cambia esa cara.
Delacroix. Es la única que tengo.
Camila Martí. No me gusta
ese
bigote.
Delegado Martí. (A Delacroix.) No entiendo ¿lo está
haciendo
bien?
Delacroix. No sé
Todavía no me ha enseñado
esta parte.
Dr. Moustache sigue en lo mismo. Señorito Martí tose, respira, abre los ojos. Todos aplauden, contentos.
Camila Martí. (Con lágrimas en los ojos.) ¡Es un
héroe!
¡El doctor
es un héroe!
Dr. Moustache. (Se pone unas gafas fondo de botella, con tono elevado.) No tienen
que adularme
Todas las amenazas
han sido
neutralizadas.
Señorito Martí sonríe al Dr. Moustache, estira un brazo hacia él. La cámara de video hace un ruido y se apaga.
Camila Martí. Ya
está
se acabaron las baterías.
Señorito Martí vuelve la cara al piso, vomita litros de sangre, cae muerto. Pausa.
Delegado Martí. ¿Y ahora?
Miguel se agacha sobre el Señorito Martí, le toma el pulso.
Delegado Martí. ¿Qué ha pasado? (Pausa.)
Dr. Moustache. (A Miguel.) ¡Sal de aquí
animal! (Lo empuja. Toma los signos vitales del Señorito Martí. Pausa larga.)
Delegado Martí. ¿Y bien?
Dr. Moustache. ¡Ssssshhhh…! (Sigue en lo mismo. Pausa larga.)
Delegado Martí. (A Camila en voz baja.) ¿Y no tienes otra batería
en el bolso?
Camila Martí. Tampoco tiene carga.
Delegado Martí. Eres
tan
descuidada.
Camila Martí. No empieces
por favor.
Delegado Martí. Pero es que
no puedo creerlo
siempre es lo mismo
contigo
no puedo
creerlo.
Moustache se pone en pie. Se quita las gafas redondas y se pone unas grandes de motorista.
Delacroix. ¿Por qué no se
pone en pie
el señorito?
Camila Martí. Hermano
levántate. (Pausa.)
Delegado Martí. Mi hijo
Qué haces
Levántate
te estás ensuciando
la camisa (Pausa larga.)
Vamos a jugar
cartas.
Delacroix. (A Martí.) Para qué
quieres jugar
si siempre
pierde.
Camila Martí. ¡Mira eso!
Una taza de café
Que nadie
Quiere
Tomar. (Nadie responde.)
Se está
Enfriando.
(Todos inmóviles por un rato largo.)
Dr. Moustache. Yo… (Pausa.)
Dr. Moustache blande la bata y desaparece.
6.
Habitación del Dr. Moustache en penumbras. Por la ventana se ve el mar, sobre el que amanece poco a poco. Camila Martí sentada inmóvil en la cama.
Delacroix entra por la ventana. Camila se asusta. Lo mismo Delacroix, que ha quedado con una pierna dentro y otra fuera.
Delacroix. Qué haces aquí.
Camila Martí. Qué haces aquí
tú.
Delacroix. Yo pregunté primero.
Camila Martí. Pero yo estaba
antes que tú.
Delacroix. Por eso.
Camila Martí. Por eso.
Delacroix. Anjá por
eso. (Tropieza, cae, se pone en pie de inmediato, ríe.)
Camila Martí. Asuntos
profesionales.
Delacroix. Lo mismo yo. (Se sienta, cruza las piernas, descruza las piernas, se pone en pie.) ¿Dónde está el Dr. Moustache?
Camila Martí. Nadie sabe.
Delacroix enciende la luz. Camila tiene en sus manos tarjetas de teléfono con cruces rojas.
Camila Martí. Estoy valorando los accesorios
de la película.
Delacroix. ¿Por qué tan oscuro?
Camila Martí se encoge de hombros. Muerde una tarjeta. Ríe un poco.
Delacroix. Pero es que en este lugar no entiendo
qué haces aquí.
Camila Martí. Ni yo entiendo
tampoco
qué haces aquí tú.
Delacroix. Es la habitación de mi maestro
No es nada raro que yo me aparezca
a esta hora
para comenzar la sesión
de ejercicios
matutinos.
Camila Martí. Entraste
por la ventana.
Delacroix. Y cómo entraste tú.
Camila Martí. Yo pregunté
primero.
Delacroix se sienta. Se pone en pie.
Delacroix. No te puedo hablar
con tranquilidad
No sé
si estás filmando. (Registra tras el espejo.)
¿Es esta otra
de tus escenas?
Camila Martí. Necesito la bata
médica
de Moustache.
Delacroix. Qué quieres con la bata No hay
quien te
entienda
No sé qué haces aquí
Ni a qué le tienes tanto miedo.
Camila Martí. (Se le caen las tarjetas al suelo.) Yo no he dicho que le tenga
miedo a nada. (Recoge las tarjetas, con excesiva meticulosidad.)
Delacroix. Ni yo. (Mira a todas partes, como distraído, enciende y apaga la luz, se vuelve a Camila, le toma la mano.) ¿Cuándo me vas
a hacer caso?
Camila Martí. A qué
te refieres.
Delacroix. (Se le acerca más, refiriéndose a su entrepierna.) Mira
cómo
se me marca.
Camila Martí. (Se tapa la nariz. Ríe) No lo puedo creer estás
borracho.
Delacroix. Más borracha estás
tú. (Pausa. Se aleja, molesto. Registrando las gavetas del Dr. Moustache.) Te has
tomado
todas sus pastillas
para eso
has venido no es cierto
Eres una yonqui nunca
vas a terminar tu película.
Camila Martí. No sabes
lo que hablas
Sólo me tomé una
O unas cuantas
porque tenía un dolorcito
en el pecho.
Delacroix. ¿En el pecho? (Le mira los senos a Camila. Se acerca.)
Deberías darte cuenta de una vez
mírame
Mira estos bíceps
y estos
pectorales
Cualquier mujer desearía mi cuerpo
y mi mente
que está todavía en perfectas
condiciones
higiénicamente hablando
Por qué me rechazas
O es que no te gustan
los hombres.
Camila Martí. (Divertida.) No te puedo hacer caso
Estás
borracho.
Delacroix. Sólo soy sincero
Cuando un hombre dice la verdad
enseguida creen que está
loco
Vamos a templar conmigo
Aquí mismo anda
entre las sábanas de Moustache.
Camila Martí. (Ríe.) Estás fuera
de tus cabales
Yo busco al doctor
Dónde estará
el doctor. (Pausa.)
Delacroix. Está bien
Tú lo pediste
Aquí tienes
tu doctor.
Delacroix se esconde tras el espejo. Al salir, usa gafas y bigotes. Camila ríe. Delacroix imita la voz de Moustache.
Delacroix. Señorita Martí
yo creo
que usted debería concentrarse
en el gravinol
Eso le hará expulsar los gases
que la congestionan
desde que usted era niña
Aunque creo que me quedaban
por aquí unos supositorios
Camila Martí ríe. Se pone seria. Se aleja. Delacroix se le acerca, le habla al oído.
Delacroix. A ver
permítame
tomarle la presión.
Camila Martí. Me haces cosquillas
con el bigote.
Delacroix. Jum Creo que tiene un
inconveniente circulatorio
provocado
por ese jugo
que es el café.
Camila Martí se vuelve y abofetea a Delacroix. El bigote se inclina un poco, Delacroix lo corrige.
Camila Martí. Actúas mal
Actúas
Como un figurante
Dónde está
la bata.
Delacroix. Para qué quieres
la bata
mira este cuerpo que tiene
tu Moustache
Mira como soy capaz de mover
los pectorales. (Mueve los pectorales.)
Camila Martí. Yo te veo más bien
enjuto.
Delacroix. Caramba. (Se esconde donde mismo. Al salir, se ha puesto la bata médica.)
Camila Martí. (Ríe.) ¡Doctor!
Delacroix. ¿Se ha detectado alguna
amenaza?
Camila Martí. Necesito
que me ausculte.
Delacroix. Déjeme ver ese corazoncito. (Abraza a Camila, la trae hacia sí. Se miran sonriendo. Beso. Camila se aparta, con asco.)
Camila Martí. Sabe raro.
Delacroix. Es el bigote que tiene
moléculas
protectoras de cloroformo
enseguida me lo quito.
Camila Martí. No te molestes.
Delacroix. Pero si me besaste.
Camila Martí. No
No
te besé.
Delacroix. Sí que lo
hiciste.
Camila Martí. No que lo
hice.
Delacroix. No puedes ignorarlo
simplemente no puedes
Estás muerta por mí
Es evidente
Me amas
(Saltando de felicidad.) Camino
en el aire.
Camila Martí. (Ríe.) Como quieras
Puedes tener
la fantasía que quieras.
Delacroix para de saltar, se entristece.
Camila Martí. Dónde estará
el doctor. (Pausa.)
Delacroix. (Se quita las gafas.) Debe estar
en los dienteperros
Moustache se emborracha se larga
a los dienteperros
regresa todo magullado
Miguel dice que ese hombre necesita
herirse
para sentirse bien
Yo creo que pasa eso
porque
es como
un anticuerpo cuando cae en desuso
que se ataca a sí mismo
Camila Martí. ¿Sí?
No
Los anticuerpos
no hacen
eso.
Delacroix. Claro qué sí qué sabes tú
de anticuerpos.
Camila Martí. Los anticuerpos hacen
otra cosa
distinta
cuando no tienen
qué atacar. (Pausa.)
Delacroix. Ah
bueno
entonces
Moustache no es eso.
Camila Martí. Tú fuiste quien lo dijo.
Delacroix. Sí. (Lo piensa.) Pero no sé.
Camila Martí. Te
parece.
Delacroix. (Asiente serio con la cabeza.) No. (Lo piensa.) Me confundes
tanto
Qué importa lo que sea Moustache
en la vida real
No tiene la menor importancia.
(Se pone las gafas. Hace como para irse. Se vuelve. Con voz de Dr. Moustache.)
Te
amo.
Camila Martí. No juegues más
No te queda
bien (Niega con la cabeza.)
Dedícate
a cualquier otra
cosa
que sea más seria
Tengo que ir
a editar
Dame
la bata
Me hace falta
la bata
para editar.
Delacroix. Sí ya sé que necesitas
la bata
No te hagas la única
que sabes de cine
Hay otra bata colgando
detrás del espejo.
Camila Martí. ¿Y no es una
bata
de mentirita?
Delacroix. No seas tonta
Verdad que para algunas
Cosas
Eres tan tonta
Todas las batas son
iguales
ninguna es particularmente
falsa o de verdad una bata médica
El poliéster
que usan tiene una aleación ligera
de titanio
con acero
para protección
Ya sabes.
Camila va hasta detrás del espejo, agarra la bata. Mira a Delacroix.
Camila. No te pongas
así
Puedes dedicarte
a cualquier
otra
cosa. (Sale.)
Delacroix inmóvil, su silueta queda recortada por la luz de la ventana.
7.
Habitación del hotel, idéntica a la del Dr. Moustache, pero con la ventana cerrada. Delegado Martí termina de escribir en una hoja de papel, la guarda en su bolsillo. Introduce un casete en el equipo de video. No vemos la imagen pero escuchamos música y diálogos de una película de superhéroes. Delegado Martí se sirve una copa de vino de la mejor calidad, extrae un frasco de una gaveta, se lleva a la boca unas pastillas y las traga con todo el vino que se ha servido. Va hasta el teléfono, hace una llamada.
Delegado Martí. (Por teléfono) Miguel
aparécete
en mi habitación (Pausa)
Deja todo lo que estés
haciendo
aparécete en mi habitación
ahora (Pausa)
Te habla
el Delegado
por supuesto
aparécete por aquí
no demores.
Delegado Martí cuelga. Se sirve más vino, intenta introducir otro casete en el equipo de video, pero el casete no entra. Delegado Martí se percata de que ya empezó la película, se sienta en el sofá, mira el televisor.
Entra el Dr. Moustache, sin bigotes, correctamente afeitado y peinado, muy serio.
Dr. Moustache. Delegado.
Delegado Martí. (Se tapa un ojo.) Querido
Gracias a todos los cielos
que aparece
Preciso su ayuda
su ayuda médica
quiero decir
Es este asunto
Este inconveniente que me ha
lastimado el día
Pasa que
desde hace dos horas
esta basurita me cayó
en el ojo
y no logro sacármela
Creo
que me fracturé la córnea.
Dr. Moustache. Así que
se fracturó la córnea.
Delegado Martí. Sí
eso creo
no podría
revisarme usted. (Pausa.)
Dr. Moustache. Sí
cómo no
siéntese en el sofá y abra
su ojo
(Delegado obedece, Dr. Moustache no se mueve.)
Cree acaso
que yo
no pasé el sexto grado
fracturarse la córnea
ni
fracturarse la córnea
Delegado
usted está fingiendo
Las córneas no se
fracturan
Se hieren. (Pausa. Delegado sonríe.)
Delegado Martí. Tiene razón
Fingía
Pero no se moleste
querido
Es otro asunto por lo que lo he
llamado
cierto
Pero no se moleste
Venga
Siéntese aquí
Bébase una copita de vino.
Dr. Moustache se sienta.
Dr. Moustache. No quiero
vino
gracias.
Delegado Martí. No quiere
vino
Debe estar enfermo
para rehusar una copita.
Dr. Moustache. No estoy enfermo
ni ocho cuartos.
Delegado Martí. (Señalando el televisor.) Mire para allá.
Dr. Moustache. Ya veo.
Delegado Martí. Es el episodio V.
Dr. Moustache. Sí. (Pausa.)
Delegado Martí. No tiene muchas ganas
de hablar
Eh. (Pausa.)
Dr. Moustache. (Mirando al televisor.) Ese actor era
un idiota. (Pausa.)
Delegado Martí. Últimamente noto
que está cabizbajo
Quiero que se alegre
Tome una copita
vamos
Es de la mejor calidad
No hay vino como este
en todo Guanabo
Lo guardaba para
un momento
muy
muy
muy especial.
Dr. Moustache. Dame acá.
(Toma la copa, pero no la bebe.)
Delegado Martí. Hablé con Miguel
hace un momento
Debe estar
al aparecerse.
Dr. Moustache. Para qué Miguel.
Delegado Martí. ¿Con Miguel no se siente usted
más seguro?
Dr. Moustache. Yo no he dicho que
tenga ningún miedo.
Delegado Martí. Pruebe ese vino (Bebe de su copa hasta el final. Dr. Moustache inmóvil.)
Y disfrute
la película.
Dr. Moustache mira el televisor.
Dr. Moustache. Me parece que ese actor era
retrasado mental.
Aparece Miguel.
Delegado Martí. Adelante
querido.
Miguel. He dejado todo
en otras manos
para estar libre de venir
Delegado.
(Notando al Dr. Moustache.) ¿Señor? ¿Ya volvió usted?
Dr. Moustache. Soy Doctor
Cojones
Doctor
Por qué será difícil pronunciar
esa palabra tan corta
De dónde dices
que ya volví.
Miguel. De La Habana.
Dr. Moustache. A qué voy a ir
yo
a la Habana
No se me ha perdido nada
por allá
Habana ni
Habana.
Miguel. Pero usted fue
Hace dos horas. (Mira su reloj.)
Hace
dos
horas
exactas. (Pausa.)
Dr. Moustache. No fui a ninguna parte
Dios mío qué animal eres
No me ves acaso
no me ves delante de ti
animal.
Delegado Martí. Por favor
queridos
relajen ese humor.
(Sirviendo una copa de vino a Miguel.)
Vamos todos
a liberar tensiones
Miguel este vino
es muy antiguo y muy bueno
Disfruta su aroma
Goza
su textura
Te lo mereces.
Miguel. (Toma la copa, pero no bebe.)
Gracias
Delegado. (Camina hasta la ventana, dando la espalda a los otros.)
Delegado Martí. ¿Notaste
Miguel
qué episodio estamos viendo
juntos otra vez?
Miguel. (De espaldas.) El episodio V
El Doctor Moustache
contra
el Síndrome de Estocolmo.
Delegado Martí. (Ríe.) Cierto
Nunca entendí
por qué Estocolmo
si Moustache
es de La Habana. (Ríe. Pausa.)
A continuación les revelo
La causa real real
real
por la que los he llamado.
Delegado Martí extrae de su bolsillo el papel que dobló antes. Dr. Moustache presta atención. Miguel no se vuelve.
Delegado Martí. Aquí (Pausa.)
Aquí he trazado todo
el plan
para poner orden (Pequeña pausa.)
a un campeonato de cartas
que propongo. (Vuelve a guardar el papel doblado.)
Dr. Moustache. Cartas
Cómo que
cartas.
Delegado Martí. Cartas Cartas (Pequeña pausa.) Naipes
Comprende.
Miguel se bebe todo su vino.
Dr. Moustache. Martí
Tú te estás burlando de nosotros
Sabes muy bien
Que no nos gustan los juegos
de azar
Lo que nos incumbe
son
asuntos físicos
o intelectuales
No la suerte.
(Se bebe todo su vino, tose, va hasta la botella y se sirve más.)
Miguel. Somos tres
No podemos hacer
campeonato ninguno
Somos tres
Hacen falta cuatro. (También se sirve vino.)
Delegado Martí. Por eso mandé a buscar
a Delacroix
Pero no aparece
No aparece
por ninguna parte. (Sonríe.)
Miguel. Bah.
Dr. Moustache. Búsquenlo en los dienteperros
Ese bruto
lo único que hace
es fotocopiar las manías
de uno.
Delegado Martí. Moustache
Ya lo buscamos
En los dienteperros
y en todo
Guanabo
No está en ninguna parte.
Miguel. Bah.
Dr. Moustache. Entonces dónde
qué insolente
no se lo habrá tragado la tierra.
Miguel. Yo creo
que es mejor
si me permiten
que llamemos a Camila
Ella puede jugar.
Delegado Martí. Está editando la película.
Dr. Moustache. Editando
Editando
No se suponía que iba a ser
la película que yo quisiera.
Delegado Martí. Moustache
tranquilícese
Todas las películas del mundo
tienen que editarse.
(Levantando el auricular, marcando un número.)
Fíjese en esa escena
Qué buena
escena
Es la escena que a mí más me gusta.
Moustache se concentra en el televisor. Sonríe.
Delegado Martí. (Por teléfono.) Mi niña
espuma que me alegra el día
por qué no descansas un rato
y te apareces por
acá
Estoy con
Moustache y Miguel
Hemos abierto vino vamos
a jugar cartas y ver películas.
(Cuelga.)
Miguel. ¿Dijo que sí?
Delegado Martí. Dijo
voy
corriendo.
Los tres miran el televisor.
Delegado Martí. Confieso que nunca
Entendí ese momento cuando
los rehenes
defienden a Villon.
Dr. Moustache. Como que nunca
Como que.
Miguel. Villon les contagió
el Síndrome de Estocolmo
Delegado
Si usted no sabe lo que es
el Síndrome de Estocolmo
No entiende la historia
porque no se explica nunca
en la película
Delegado.
Delegado Martí. Claro que la entiendo
Era una broma. (Bebe.)
Se escuchan gritos y algarabía afuera.
Delegado Martí. Qué es
eso.
Dr. Moustache mira por la ventana.
Dr. Moustache. Nada
La gente que protesta
por
algo.
Aparece Camila.
Camila Martí. (Entre lágrimas) No quiero creerlo
No soy
capaz de imaginarlo
Dicen que
Moustache está muerto.
Pausa larga acompañada de la música de la película. Delegado Martí se parte de la risa.
Miguel. Muerto
Cómo que muerto
Muerto de qué.
Camila Martí. No sé
No lo entiendo
un accidente
o algo
Yo misma vi el cadáver
Pero no quiero
creerlo
es mentira y punto
no puede ser que Moustache
haya muerto y esa gente
riéndose como si nada
como contenta
no sé de qué
De que te ríes
Papá
Papá para de reírte
No te das cuenta
Moustache está
muerto
Y tú de risa.
Delegado Martí. (Limpiándose las lágrimas.) Perdona
Mi niña
Son los nervios
Claro que la gente ríe
No es asunto para hacer otra cosa
Hay que tomárselo así
Una pena cierto
pero la vida continúa
Mañana mismo mando
a que se le construya
un monumento
Una estatua ecuestre
quizá.
Dr. Moustache. (Volviéndose.) A Moustache no le gustaban
los caballos.
Pausa larga.
Delegado Martí. Qué sabes tú de
eso
Mi hija
Bebe este vino
Muy antiguo y muy
bueno
hecho con uvas caletas
Un vino milagroso
Juguemos cartas
Ya estás mejor no es cierto. (Pausa.)
Camila Martí. Cartas
Cómo que
cartas.
Delegado Martí. Cartas
Naipes.
Camila Martí. Ah. (Pausa.)
Miguel. Sí
Tiene razón
juguemos
cartas.
Se sientan alrededor de una mesa.
Delegado Martí. Miguel y yo
contra Camila y
él
(A Camila.) Reparte tú que eres
la dama.
Camila Martí. No tengo ganas
de barajar.
Delegado Martí. Como quieras
(Para sí.) Ahora lo tengo
que hacer yo
como
siempre.
Afuera se escucha la algarabía. Pausa. Delegado Martí reparte las cartas.
Delegado Martí. Miguel
ya que no trabajarás para Moustache
porque
bueno
puedes quedarte en el hotel
puedes ascender
de puesto quién sabe
si llegues
muy pronto incluso
a ser gerente
quizá
Gran Gerente
del hotel de Guanabo
Qué te parece.
Miguel. No está
mal.
Pausa.
Delegado Martí. Y cómo
te va la película.
Camila Martí. No se puede saber todavía
Es muy pronto
Mañana me voy
a La Habana
para terminar
de
editarla.
Dr. Moustache. A la Habana
Delegado Martí. No necesitas
no sé
algo más
dinero
ayuda técnica
algún accesorio.
Camila Martí. Necesito
bigotes
gafas oscuras
una bata médica
guantes de látex.
Miguel. Yo puedo ayudarla con eso.
Camila Martí. Gracias.
Pausa larga.
Dr. Moustache. Yo
Delegado Martí. Qué mala
mano me ha caído
Siempre me cae
una
mala
mano.
(Bebe.) No olviden
este vino milagroso
(Pausa. A Dr. Moustache.) Usted
señor
usted
se ve mucho más joven con ese
corte de cabello
creo que debería dejárselo así
Me gusta
Ese porte que luce hoy.
Dr. Moustache. Gracias.
Delegado Martí. ¿No crees
Miguel
que con ese porte
luce más joven?
Miguel. (Asiente con la cabeza.)
Tiene razón. (Ordena sus cartas.)
A mí sí me ha caído
una
buena
mano.
Pausa.
Camila Martí. Y esa película.
Delegado Martí. El Doctor Moustache contra
una enfermedad ahí.
Miguel. Contra el Síndrome de Estocolmo
señorita.
Camila. Ah. (Pausa.)
No les parece que ese actor
tiene
cara de lelo.
Dr. Moustache vuelve la cabeza para mirar al actor. La algarabía que se escucha afuera se mezcla con explosiones y gritos de la película.
FIN
<img src="http://img10.imageshack.us/img10/2355/borderlinemar3re.jpg" alt="Image Hosted by ImageShack.us"/><br/>
Marcos Antonio Díaz Sosa, La Habana, 1984
Cursa estudios superiores en Dramaturgia, ISA.
Egresado del Centro d Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso.
Tiene varios premios en concursos nacionales, tales como la última edición del David en teatro
curiosos los espejos, nos dicen lo que queremos escuchar
ReplyDeletesuerte con tu monologo
Andrés habías comentado ayer, pero tuve algunos problemillas técnicos: aquí está tu cometario... no worries...
ReplyDeletePALOBLANCO-CAJANEGRA has left a new comment on your post "Marcos Antonio Díaz Sosa: Dr. Moustache":
Los hermanos falsos de un pueblo demasiado crédulo, la inmigración es pragmatismo centrípeto (acogida estructural a motivo supuestamente individual), la proletarización dialéctica centrífuga (imaginaria proyectiva a propósito colectivo), la expansión imperialista rusa era progresismo explicito, en cambio la americana esconde una interesante paradoja. “Libérate de la salvación y caridad, realiza tu alma tomando la carretera, pero ojo, toma mi carretera, toma mi highway con mucho gasoline en tu tank”. Nadie sensato quiere salvar otras almas, salvo los portadores de delirio mesiánico, prestamistas de su caridad. Terrible tu imagen de Bartleby: “Gánate el derecho a sobrevivir inmóvil sin negar sino negarte, lo demás lo veremos.” Mi voluntad se rinde al amo, ya que fui acogido por un motivo, un sueño americano, sin un propósito universal al cual deba responder”. Esa individualidad “particular” americana, es la pragmática peligrosa y truculenta. Como dijo Zizek: “No basta con que tenga que hacer, sino además tiene que gustarme.” Si no me gusta brota la culpa, si no anulo mi voluntad intima lo paso mal, por eso es mas fácil no preferir nada que me lleve a mis motivos reales de voluntad. La libertad de elegir que nos vende “América” es una instrumental de sobre-vivir de manera silenciosa, lívida y mecánicamente… y así: “Hago para ser, porque prefiero no estar por existir”. My name is Bob, I am my job, sorry I prefer not to live but just survive.
Bueno tu blog, Deleuze “la lleva” como se dice aquí en Chile. Un abrazo.
Posted by PALOBLANCO-CAJANEGRA to hhh at Sun Sep 13, 06:20:00 AM PDT
http://paloblanco-cajanegra.blogspot.com