Pages

Aug 25, 2009

under-bad-dream...

Image: Bad side of me by Hanif Hureshi
Un susto mudo, me arrebato a mí misma de la continuidad de semejante pesadilla, o sueño “significante” o revelador.
No soporto que este tipo de cosas me inmovilice y me tenga en la duda morbosa de estar acompañada aún después por los personajes macabros de mi sueño.
Luego del sobresalto la imperante racionalización.
Claro. Cambié la cama de lugar.
Justo encima de mi cabeza cuelga ahora una lámpara china siempre en movimiento por la menor brisa, triángulo piramidal anaranjado, cuyo interior oculta unas campanitas melodiosas, aunque casi nunca sonoras. De hecho todo se ha debido a lo callado del entorno, porque se me ha olvidado además encender el ventilador y aunque si bien no hace calor, la ausencia de ese ruido necesario ayudó también a la fabricación de mis  monstruos subconscientes, la expulsión repentina de unos miedos ocultos desde los cinco años, y la incomodidad que supone saberlos todavía presentes que me escandaliza más que espeluzna. Otro factor importante: la falta de música; tenía tanto sueño que me olvidé de poner alguna.
Siempre reparadora, siempre tranquilizante y cómplice de todo sueño debidamente olvidado ipso facto. Como debe ser.
Esta vez son demasiados los causantes externos. La extraña posición de la cama, la lámpara dando vueltas encima de mi cabeza, muda, la calma y el silencio de horror que me rodeaba.
Lo peor de todo es la asquerosa necesidad de análisis que le sigue a mi perturbador despertar. Ese racionalizador frío y neutro.
Pero antes me desperezo y me levanto. De nuevo, siempre que me descubro durmiendo bocabajo algún exabrupto termina mortificándome.
Estas posiciones oníricas tan fastidiosas. Enciendo otra lámpara. El ventilador. Abro las puertas de mi balcón para que entre el rocío. (Y los mosquitos)
Un raro rocío tibio de la madrugada habanémica.
Pongo la dichosa música. Iraní. Un poco de sitâr y santour es justo lo que me hace falta.
Alguna poderosa sensualidad para escapar del inexacto Freud.
Para alejarme lo más posible de su completo desacierto.
Ya suficientemente relajada me pregunto.
No estoy muy segura de lo que he soñado.
Un olvido sinuoso y discreto que me aborda.
Como el humo de un incienso encendido o el aroma de un café lejano.
Como sea, la duda asalta.
No estoy muy segura de haber sido víctima de una violación por gigantescos felinos o testigo de una masacre indecible, donde gigantescos felinos irrumpían de un modo atroz un lugar indefinido lleno de personas. Era todo tan inmediato que no les daba tiempo a reaccionar y permanecían inmóviles durante el ataque.
¿O quizás permanecían inmutables porque no eran personas sino dummies?
Los detalles van desapareciendo después de todo.
Lo que me hace pensar que no era un sueño tan importante entonces.
No poner música para dormir provoca semejante y disparatado juego mental. A tener en cuenta.
Igual corro la cama de sitio por si acaso.
Y muevo un poco las campanitas, encima de mi cabeza.
 Image: Good side of me by Hanif Hureshi

 

No comments:

Post a Comment

déjame un guiño...