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Jul 27, 2011

Ghost in the Weed


Último llamado al pueblo de Cuba -específicamente al pueblo de La Habana y la barriada del Vedado- antes que se desmorone de una vez y para siempre el mito del pueblo cubano como gran amante del buen cine. El fenómeno de público de HabanaStation no es un fenómeno de cine, es un fenómeno social y de unas cuantas cosas más que habría que analizar con tiempo; pero como sea reúne a personas sin interés específico en el séptimo arte sino en su realidad social, reflejada casi siempre de manera crítica.
Es una verguenza que el clásico de animados manga japonés Ghost in the Shell, I y II partes, ampliamente promocionada en la publicación del Centro de Información Cinematográfica del ICAIC (Insituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica www.cubacine.cu) o sea, la Cartelera Cine y Video que incluye a la Cinemateca y demás cines de la capital como "un animado de ciencia ficción para cinéfilos" que estaría en la pantalla del cine 23 y 12 cerca de 2 semanas, una semana para cada parte, dos tandas diarias; sin que se haya podido lograr reunir ni una sola vez el mínimo de espectadores -diez- para la proyección de la película. Esto para el regocijo de los trabajadores (administrador, director, taquillera y demás) del cine, que enfrentaban una y otra vez a cada enemigo-espectador potencial que tuviera el desatino y la actitud excéntrica de acercarse a la taquilla para tratar de indagar por el filme y obtener una entrada, punto en el cual la persona del otro lado enfatizaba su negativa a empezar a proyectarla  sin el mínimo de espectadores establecido, con una gran dosis de odio contenido y cero amabilidad.
Varias personas estuvimos esperando en vano que se vendiera alguna entrada a ese precio, y nos tuvimos que ir sin poder degustar la película en cuestión. Los trabajadores del cine sin embargo se fueron muy contentos, y más temprano a sus respectivas cuevas.
Una vez más la burocracia cinematográfica administrativa cubana ha logrado una victoria aplastante sobre espectadores-enemigos. Sobre todo el resto de la masa de autoproclamados vanidosamente cinéfilos.
Qué verguenza recordar en estos momentos a verdaderos amantes de la sala oscura, por ejemplo a un hombre del barrio de La Ceiba, en Playa, apodado Chicho, que estableciera un record (quizás local, nacional o mundial) al ver más de 80 veces la película de animados japonesa Voltus V (en el cine Avenida, de Playa) película que marcó un hito en la relación del público cubano -tanto infantil como adulto- con el animado japonés y precursora a su vez de la citada Ghost in the Shell... Chicho era un hombre con ligero retraso mental; pero lo compensaba, con creces, con imaginación, simpatía y carisma personal; cualidades todas de las que parecen lamentablemente carecer los administraticos del  23 y 12, otrora cine de más prestigio y decencia.
Chicho además, resaltaba por su parecido físico a otro gran hombre mucho más famoso pero de características psicopáticas completamente diferentes, y esto es sabido por todo los que le conocieron.

Sinceramente molesto,
con saludos contrarevolucionarios
El amigo de Chicho


                                                                                                                                  dibujo Luis Trápaga



Cine 23 y 12
Calle 23 entre 12 y 14, Vedado
Tel. 833 6906

Leandro Feal´s site



      Al fin el Lean se hizo un blog. Todas las fotos son buenísimas.

Jul 13, 2011

las cortinas chinas...



en el tencent de 23 y 10 (o el ahora "Variedades"), sólo en moneda
nacional, una cortina china, de las más baratuchas...
y a dos cuadras, en la tiendecita La Infancia, 23 y 6, la misma cortina, a 1
CUC, o 23/24 pesos.

Jul 5, 2011

Lizabel Mónica en Estado de Sats


“Yo me he manifestado explícitamente en contra de muchas posiciones del gobierno, tengo una postura ideológica, además de abierta, bastante franca. También tengo conocimiento y tengo relación con algunos muchachos del Observatorio Crítico que están tratando de conservar algunas de las líneas de la Revolución. Yo no, yo no estoy a favor de la Revolución en ningún sentido, yo me manifiesto en contra de la Revolución cubana, en contra del sistema establecido ahora mismo. Sin embargo, me interesa mucho el diálogo. Quizás esa forma de manejar el asunto hace que no tenga ninguna fácil etiqueta.”
“Cuando a mí me hablan de futuro yo pienso en el presente. No pienso que se pueda hablar del futuro sin partir del presente, y del pasado. En el presente la frase [de Fidel Castro "Dentro de la Revolución, todo; contra la Revolución, nada”] está muy vigente en la política y las prácticas gubernamentales represivas. Y está también en esto de la Batalla de Ideas (…) Hemos tenido diferentes modos de resistencia a la frase y otra maneras de (…) empujar la frase, o de empujar lo que la frase representa en la práctica y encontrar vías donde la frase deje de tener una efectividad y se puedan tener posiciones que no entren dentro de esas [dicotomías] dentro/fuera, o revolucionario/no revolucionario. Porque hay mucha gente que sencillamente no le interesa la política y son etiquetados como no revolucionarios o revolucionarios, en dependencia. El gobierno tiene mucha falta de imaginación en ese sentido. Pero es una falta de imaginación que conviene.”
“[Esa frase] sirve precisamente para tratar de eliminar del camino todo lo que pueda constituir una amenaza para el sistema. Que es un sistema totalitario y se defiende como puede.”
“Yo pienso que el Estado tiene utilidad. En Cuba, desgraciadamente, el Estado y el gobierno se volvieron una misma cosa. Pero no necesariamente tiene que ser así. Cincuenta años de un gobierno no reelegido, que se ha perpetuado de manera autoritaria, no significa que tengamos que confundir Estado con gobierno.”
“El Hombre Nuevo es un proyecto que fracasó en muchos sentidos. Era una especie de Frankenstein con tendencias morales específicas, orientado hacia las necesidades de la ideología gubernamental, una especie de invención revolucionaria.”
“Somos una generación que ya no tiene que hacer estos gestos, un poco dramáticos todavía, de eliminar los muros —y que tampoco quiere construir otras cosas (…) No tenemos certezas. La Generación de los 90 todavía trató: ‘bueno, a ver, éstas no son las certezas, el Hombre Nuevo es una falacia, existen todas estas cosas que se supone que no existían en la sociedad, tenemos un montón de problemas, tenemos crisis de valores…’. Tumbaron muchos de los valores que se supone eran los valores de la sociedad cubana revolucionaria, lidiaron con esos valores, batallaron con ellos bastante. Nosotros no tenemos que hacer eso, ya ellos lo hicieron por nosotros. Nosotros estamos en una fase que creo que se conecta un poco con el momento en el que está el país. Quizás, por un lado, un poco más desorientada, y por otro lado tiene la ventaja de no estar buscando las nuevas certezas. Nosotros no construimos manifiestos literarios. Cuando lo hacemos es más bien para decir por qué estamos de acuerdo con otros manifiestos. Pero no para decir cuáles son los nuestros, los que vamos a poner en su lugar. Incluso, muchas veces es para decir que estamos en desacuerdo con el manifiesto mismo. Entonces, las características de esta generación es un poco buscar, explorar, jugar mucho, cogerse las cosas con menos dramatismo.”
“Me gustaría contar con un concepto de ‘nación’ que no fuese estrecho. Y también revisar el concepto de ‘nación’, por supuesto, que está siendo revisado mucho ahora en el campo epistemológico. Me parece que por supuesto hay que olvidarse de las fronteras geográficas, hay que dejar de pensar en el país. Eso es algo que se maneja mucho en el discurso oficial, que los cubanos somos los cubanos que estamos habitando la isla. No, los cubanos que estamos habitando la isla y los cubanos que habitamos otros lugares del mundo.”