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Aug 29, 2019

#LaBanderaEsDeTodos x #LuisTrápaga


Ofender, profanar, la bandera, una bandera, un símbolo nacional, sagrado para muchos, puede ser un acto denigrante para esos muchos, e incluso llevado a rango de criminalidad legal, y utilizarla para envilecer y manipular a toda una nación hasta la irracionalidad y el absurdo debía ser un acto aún más denigrante, y más penado por las leyes, y más indignante para esos que lo consideran sagrado.


Le inocularon un mensaje de odio a toda una nación y los pusieron a pelearse y a veces a matarse unos a otros, y eso lo hicieron, entre otras cosas, en nombre de los símbolos patrios y del patriotismo, cada cual, cada bando, pretendía tener la versión correcta acerca de la patria y el patriotismo, y estarían dispuestos a luchar hasta la muerte, no contra los que invadieran y avasallaran la dignidad de su país, sino a los que tuvieran una versión, opinión, diferente acerca de eso.


Siempre me resultó sospechoso y contradictorio eso de morir por una causa, los que estaban dispuestos a morir por una causa, también estaban dispuestos, y más bien con anterioridad, a matar por ella… y  dado que existen tantas propuestas de causas altruistas, podemos pensar entonces a qué situación de homicidios por ambas partes nos tenemos que enfrentar.


Decidir si una bandera está mejor puesta (puesta, no introducida. Detalle para los preocupados por sutilezas) en un bello trasero femenino o en las manos de miles, “un mar de pueblo”, saludando eufóricos a unos políticos déspotas y corruptos subidos en una tribuna, y estar dispuestos a morir, y a matar, no por lo que de mejor pueda representar una bandera o un símbolo patrio, sino por esos políticos déspotas y corruptos, es decisión de una sociedad, una nación, un “momento histórico”.


Epílogo: 


Esta es una banderita comunista, de las marchas de Elián en el protestódromo o del 1ro de mayo en la plaza de la revolú, es una banderita meneada y manoseada por Nostragamus, una banderita de papel pegada a un palo en la mano de un decrépito, en la mano del enemigo del pueblo, es la banderita del entierro del tirano, del empedramiento, de la caravana rota, de la farsa hasta las últimas consecuencias, de los que cargaron la carroza con la cajita fúnebre en un guión más sarcástico de la cuenta, es una banderita infame impresa con la tinta que falta para los libros impublicables de Reinaldo Arenas, libros prohibidos en cadena perpetua. Esta es una banderita de las que amanecen pisoteadas por el mar de pueblo tras la marcha revolucionaria, es una banderita, en fin, indigna por naturaleza y ciertamente más sucia que un culo, que el culo que la porta. 


***

La foto se llama ‘Montaña’ y pertenece a la serie ‘Efecto de halo’, del artista Luis Trápaga en coautoría con una diseñadora que prefiere mantener el anonimato por el momento, y se expuso en Espacio Aglutinador hace alrededor de diez años, aclaró la artista y activista Lía Villares en Facebook. “La bandera usada en la serie, una vieja bandera amarillenta del papá de Luis, fue decomisada por la teniente coronel Kenia María Morales Larrea en el brutal registro que nos hiciera en la casa galería El Círculo en febrero de 2018. Kenia insistió en que debía asegurar que ninguna otra bandera fuera ‘profanada’ por nosotros o tuviera un ‘uso inapropiado’, como indica el texto del titular tan mal redactado del proyecto de ‘nueva’ constitución que condena estos usos, aparecido en el Granma.


Más info en Puente a la Vista


 

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