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Jul 5, 2011

Lizabel Mónica en Estado de Sats


“Yo me he manifestado explícitamente en contra de muchas posiciones del gobierno, tengo una postura ideológica, además de abierta, bastante franca. También tengo conocimiento y tengo relación con algunos muchachos del Observatorio Crítico que están tratando de conservar algunas de las líneas de la Revolución. Yo no, yo no estoy a favor de la Revolución en ningún sentido, yo me manifiesto en contra de la Revolución cubana, en contra del sistema establecido ahora mismo. Sin embargo, me interesa mucho el diálogo. Quizás esa forma de manejar el asunto hace que no tenga ninguna fácil etiqueta.”
“Cuando a mí me hablan de futuro yo pienso en el presente. No pienso que se pueda hablar del futuro sin partir del presente, y del pasado. En el presente la frase [de Fidel Castro "Dentro de la Revolución, todo; contra la Revolución, nada”] está muy vigente en la política y las prácticas gubernamentales represivas. Y está también en esto de la Batalla de Ideas (…) Hemos tenido diferentes modos de resistencia a la frase y otra maneras de (…) empujar la frase, o de empujar lo que la frase representa en la práctica y encontrar vías donde la frase deje de tener una efectividad y se puedan tener posiciones que no entren dentro de esas [dicotomías] dentro/fuera, o revolucionario/no revolucionario. Porque hay mucha gente que sencillamente no le interesa la política y son etiquetados como no revolucionarios o revolucionarios, en dependencia. El gobierno tiene mucha falta de imaginación en ese sentido. Pero es una falta de imaginación que conviene.”
“[Esa frase] sirve precisamente para tratar de eliminar del camino todo lo que pueda constituir una amenaza para el sistema. Que es un sistema totalitario y se defiende como puede.”
“Yo pienso que el Estado tiene utilidad. En Cuba, desgraciadamente, el Estado y el gobierno se volvieron una misma cosa. Pero no necesariamente tiene que ser así. Cincuenta años de un gobierno no reelegido, que se ha perpetuado de manera autoritaria, no significa que tengamos que confundir Estado con gobierno.”
“El Hombre Nuevo es un proyecto que fracasó en muchos sentidos. Era una especie de Frankenstein con tendencias morales específicas, orientado hacia las necesidades de la ideología gubernamental, una especie de invención revolucionaria.”
“Somos una generación que ya no tiene que hacer estos gestos, un poco dramáticos todavía, de eliminar los muros —y que tampoco quiere construir otras cosas (…) No tenemos certezas. La Generación de los 90 todavía trató: ‘bueno, a ver, éstas no son las certezas, el Hombre Nuevo es una falacia, existen todas estas cosas que se supone que no existían en la sociedad, tenemos un montón de problemas, tenemos crisis de valores…’. Tumbaron muchos de los valores que se supone eran los valores de la sociedad cubana revolucionaria, lidiaron con esos valores, batallaron con ellos bastante. Nosotros no tenemos que hacer eso, ya ellos lo hicieron por nosotros. Nosotros estamos en una fase que creo que se conecta un poco con el momento en el que está el país. Quizás, por un lado, un poco más desorientada, y por otro lado tiene la ventaja de no estar buscando las nuevas certezas. Nosotros no construimos manifiestos literarios. Cuando lo hacemos es más bien para decir por qué estamos de acuerdo con otros manifiestos. Pero no para decir cuáles son los nuestros, los que vamos a poner en su lugar. Incluso, muchas veces es para decir que estamos en desacuerdo con el manifiesto mismo. Entonces, las características de esta generación es un poco buscar, explorar, jugar mucho, cogerse las cosas con menos dramatismo.”
“Me gustaría contar con un concepto de ‘nación’ que no fuese estrecho. Y también revisar el concepto de ‘nación’, por supuesto, que está siendo revisado mucho ahora en el campo epistemológico. Me parece que por supuesto hay que olvidarse de las fronteras geográficas, hay que dejar de pensar en el país. Eso es algo que se maneja mucho en el discurso oficial, que los cubanos somos los cubanos que estamos habitando la isla. No, los cubanos que estamos habitando la isla y los cubanos que habitamos otros lugares del mundo.”

1 comment:

  1. Lía.
    Hola tras dos meses de ausencia.
    En Cuba, para enajenar y dominar al pueblo, el gobierno abolió la moral y la ética formada a lo largo de 400 años y pretendió sustituirla por panfletos y consignas importadas y relegó a la patria al concepto de revolución. Así el pueblo dejó de creer.

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