Reclamo colectivo para denunciar el robo de la Seguridad del Estado a casa-galería El Círculo
La
casa-galería El Círculo (https://goo.gl/maps/vtG4EHTVtPu)
es
un espacio doméstico, un estudio artístico de la escena alternativa
cubana, autónomo, sin ánimos de lucro, abierto al público
interesado, a quien la Seguridad del Estado en repetidas ocasiones ha
impedido la entrada a los últimos eventos culturales que hemos
realizado, como la proyección del documental Nadie, de Miguel Coyula
y las obras de teatro Los
enemigos del pueblo,
monólogo de
Lynn
Cruz (Teatro Kairós) y Psicosis,
unipersonal de Iris Ruiz (Perséfone Teatro de Adonis Milán),
durante la XIX edición del festival internacional independiente
Poesía
Sin Fin;
quebrantando, entre innumerables artículos de derechos humanos,
civiles y culturales, el artículo 27 de la Declaración Universal de
Derechos Humanos y el artículo 15 del Pacto Internacional de los
Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
Estas son algunas de
las razones para unir tu voz al reclamo por la devolución inmediata
del patrimonio de la casa-galería El Círculo por parte de los
agentes actuantes: el Departamento de la Seguridad del Estado (DSE),
militares y paramilitares, con la complicidad de la Policía Nacional
Revolucionaria (PNR) y dos testigos “civiles” (“factores” del
Comité de Defensa de la Revolución. CDR), al amparo del Ministerio
del Interior de la República de Cuba, centrándonos en su principal
responsable, la teniente coronel Kenia María Morales Larrea de la
contrainteligencia militar; en el registro ilegal y ocupación de
bienes arbitraria, cometidos contra los artistas Lia Villares y Luis
Trápaga el 2 de febrero de 2018, en represalias a nuestro activismo
y manifiesta ideología verdaderamente revolucionaria, pues todo lo
que hacemos es porque queremos cambiar lo que debe ser cambiado.
Nos
pronunciamos contra la injusticia de que todos nuestros archivos con
información estrictamente personal nos fueran arrebatados en un
flagrante robo
de la contrainteligencia militar, como castigo individual y
escarmiento público. En impune violación a derechos tan elementales
como la privacidad, la intimidad, la integridad física, la libertad
de movimiento, la libertad de expresión y la libertad de
información. Exigimos garantías de no repetición y reclamamos que
Cuba deje de ser estado miembro del Consejo de Derechos Humanos en
las Naciones Unidas, en tanto no se comprometa a cabalidad con los
tratados internacionales antes mencionados, continúe criminalizando
la opinión crítica y no respete nuestro legítimo derecho a ser
parte de la vida cultural cubana y continúe sus ataques desmedidos
contra los disidentes, mediante el abuso de poder y la
discriminación.
- Porque es un abuso de poder de un gobierno contra ciudadanos libres de delito.
- Porque es una violación a la libertad de creación artística y a los derechos culturales, al ejercicio legítimo de nuestro derecho a participar en la vida cultural, íntimamente relacionado con el derecho a la indispensable libertad para la actividad creadora, que obligan al Estado a eliminar la censura de las actividades culturales, de las artes y otras formas de expresión.
- Es además una invasión a la privacidad y un robo flagrante de la propiedad intelectual y la información personal de dos artistas que únicamente hemos cometido el crimen de pensar y crear libremente, al margen de las instituciones culturales, que nos excluyen, demonizan y segregan, por motivos estrictamente políticos.
- Es el intento desesperado de la dictadura de silenciar las voces incómodas de los artistas independientes, que amenazan la fachada aperturista que se vende en los "intercambios culturales", donde el arte oficialista autorizado, muestra precisamente su inflexibilidad e intolerancia, durante la larga coda de una política cultural cerrada, basada en el control totalitario: Dentro de la revolución, todo; contra la revolución, ningún derecho (F.Castro, discurso Palabras a los intelectuales, Biblioteca Nacional, 1961)
- Cuando censuran a un artista, nos censuran a todxs.
Si permitimos que le
pase a uno, estaremos preparando el terreno para que ocurra, con más
frecuencia y con nuestro consentimiento, a un mayor número de
víctimas.
El silencio te hace
cómplice: ayúdanos a crear un precedente y proteger así a los
artistas independientes cubanos, de la intolerancia y la impunidad de
las autoridades y los censores fundamentalistas en la isla.
Para garantizar el
disfrute pleno de nuestros legítimos derechos con las garantías, la
seguridad, tranquilidad y respeto necesarios para ejercer con total
libertad nuestra creación artística, en nuestro país, sin la
humillante censura y sin la discriminatoria política migratoria que,
por último, nos excluye e inmoviliza.
Ayúdanos a
visibilizar, con este caso tan claro de despotismo y censura
totalitaria, la falta de libertades esenciales en la que vivimos lxs
cubanxs, por más de medio siglo, bajo la tiranía castrista, que
desprecia toda expresión de arte libre y a los artistas cubanos
independientes.